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La novela de premio de Joan Buades

el 10 Enero 2018 en Historias Verkami

Dice Joan Buades que en la adolescencia, leer fue su ventana para curiosear otros mundos posibles que no tenía cerca. De mayor, le ha inspirado para intentar escribir: primero, ensayo crítico sobre temas como el turismo o la interculturalidad, y, desde hace poco, incluso una novela sobre el pasado que no pasa. Crui es el título de su debut en el mundo de las letras de ficción, primera novela impulsada a través de una campaña en Verkami que ha acabado convirtiéndose en una de las grandes sorpresas del universo literario en lengua catalana al ganar el reputado premio Crexells en su edición de 2017. «Es un premio muy prestigioso que otorga un jurado cualificado en una obra publicada antes», descubre Buades. «Es interesante saber que no te puedes presentar sino que es el jurado quien propone y entonces, en caso de que ganes, te lo hacen saber. Esta independencia de criterio honra el premio y me hace especialmente feliz. Como se sabe, la inmensa mayoría de premios literarios son a demanda y, más que la calidad y originalidad, satisfacen las amistades de los diferentes clanes literarios. Personalmente, tengo una aversión biológica a estos “clubes privados”».

Texto: Oriol Rodríguez

Recuerdas el primer texto con aspiraciones literarias que escribiste?

Sí, fue un poema mientras estudiaba en la Universidad de las Islas Baleares. Citaba versos de Jacques Brel e imitaba el vanguardismo.

En cuestiones literarias, ¿cuáles son tus autores de referencia, tus principales influencias, tus libros de cabecera?

Me gusta especialmente el mundo germánico: de Goethe a Canetti, pasando por el Stefan Zweig de El mundo de ayer, Sebald y Bernhard. Tengo devoción por cualquier cosa de John Berger y de Franz Kafka. Entre los nuestros, admiro Jaume Cabré, la poesía de Vinyoli y Ramon Llull.

Crui es tu primera novela, pero antes ya habías escrito ensayos.

Desde el 2003, aparte de numerosos capítulos en libros colectivos de ensayo, he escrito cinco obras individuales. On brilla el Sol. Turisme a Balears abans del Boom (2003), Exportando paraísos. la colonización turística del planeta (2006) y Do Not Disturb Barceló. Viaje a las entrañas de un imperio turístico constituyen una especie de trilogía crítica sobre el lado oscuro de la industria turística en una época en la que nadie la analizaba así. El món a l’escola/L’escola del món (2004) es un manual para afrontar con conocimiento de causa una pedagogía intercultural a nuestros institutos. Gabriel Buades i Pons. Pol·len llibertari (2005) reivindica la figura de un familiar mío, zapatero y anarquista, asesinado en 1938 por los fascistas en una ciudad mallorquina que ha olvidado su historia industrial y social.

«Sin ficción no podemos entender la realidad profunda de lo que vivimos»

¿Qué era lo que más te tentaba de introducirte en el mundo de la ficción?

Poder construir una historia ficticia donde, paradójicamente, todo pareciera realidad porque significaba revivir un siglo XX terrible desde la perspectiva de un personaje execrable y a la vez muy culto. El patchwork entre ficción y realidad me fascina. Creo que sin ficción no podemos entender la realidad profunda de lo que vivimos. Estamos demasiado rodeados de inmediatez y ruido mediático fragmentario. Orwell tenía verdaderamente razón.

¿Recuerdas cuando tuviste la idea de que salió Crui?

Sí. Cumplí 50 años y me sorprendí pensando en hacerme un regalo. Enseguida recordé que había estudiado filología y que ya había escrito libros aunque no de ficción. Entonces, como algo natural y a la vez extraordinario, me puse a mí mismo el reto de escribir lo que no había hecho nunca: una obra de ficción.

¿Qué sentiste cuando terminaste la novela?

Estuve nueve meses inmerso en un frenesí desconocido para mí. La sensación era que estaba, literalmente, dando vida a una historia que tenía que sacar a la luz y que o lo hacía yo o nadie lo haría. Fue (es todavía) una hora de alegría y alivio. Ser capaz de crear algo nos acerca a algo mágico que todo ser humano potencialmente puede hacer pero que la experiencia cotidiana, con su grisura y tiranía, ahoga.

¿Cuándo supiste que habías ganado el premio Crexells?

20 días antes recibí una llamada tanto de la presidenta del jurado, Patrícia Gabancho, como de Anton Espadaler, profesor de la UB (Universidad de Barcelona) y miembro del jurado. Tuve que pedir que me lo repitieran porque no me lo creía: ni siquiera sabía que hubiera sido nominado. La satisfacción fue inmensa. Pensé enseguida, sin embargo, que sin el premio sería el mismo escritor. Lo importante sigue siendo aportar creación original, en una lengua trabajada y creíble, contando una historia verosímil que haga pensar y, de vez en cuando, te ponga nervioso como lector o lectora. Justo lo que decía Kafka.

Intentaste publicar la novela de forma convencional, enviándola a varias editoriales, pero todas la rechazaron, ¿verdad?

Sí. La inmensa mayoría ni siquiera se molestaron en hacer un acuse de recibo. Creo que es un autorretrato de cómo está el sector editorial del país. Es una lástima porque habrá mucho talento en todo el país que restará desconocido por no tener amistades o contactos con las editoriales.

Terminaste publicando grietas a través del micromecenazgo. ¿Cómo llegaste hasta Verkami?

Ya había contribuido como ciudadano y amante de la cultura en diferentes iniciativas de Verkami. El micromecenazgo me parece una herramienta de empoderamiento social muy potente. Por suerte, plataformas como Verkami son de gran ayuda.

«Como escritor me gustaría poder tener una cierta estabilidad económica pero la experiencia de Verkami me ha enseñado que hay vida fuera de los circuitos industriales establecidos»

Y la campaña, ¿cómo la viviste?

Sin aliento, a ver si conseguíamos el dinero mínimo para sacar adelante la edición. En todo momento, iba enviando noticias a los mecenas y tocando puertas de amigos y conocidos que pudieran echar un cable. Fue una experiencia nueva y alentadora. Lo peor fueron los últimos 10 días, cuando veía que estaba cerca de conseguir el objetivo pero todavía faltaba un poco.

¿Ahora que ya has vivido la experiencia què recomendarías a los futuros creadores que quieran impulsar sus proyectos con Verkami?

Que hagan una web paralela que amplíe la información en la maqueta que te da Verkami, que periódicamente hagan campaña en las redes sociales, que personalicen mucho la propuesta apelando a la fuerza de los muchos pequeños ante los pocos grandes que no dejan respirar el talento que hay en todo. El micromecenazgo, sobre todo, ha abierto grietas ante una cultura oficial e institucional muy oxidadas y sectarias. El micromecenazgo tiene que ver con la promoción y apoyo a la cultura hecha a pie de escenario, de calle, de teclado y no de los gabinetes de marketing o la taquilla de las subvenciones.

¿Dónde pueden encontrar Crui aquellos que llegaron tarde a la campaña?

Ahora mismo estoy pendiente de cerrar el contrato para una segunda edición en papel. Mientras tanto pueden encontrarla en Amazon en formato de ebook.

¿Ya estás trabajando en tu segunda novela?

Sí, ya estoy entretenido en la redacción de una nueva novela de tema también apasionante. Ahora mismo, sin embargo, no sé como la publicaré. Como escritor me gustaría poder tener una cierta estabilidad económica pero la experiencia de Verkami me ha enseñado que hay vida fuera de los circuitos industriales establecidos.

+INFO

Campaña Verkami - Crui. Els portadors de la torxa
Web Joan Buades, Llibres i papers

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