Derrumband, recordando la Barcelunya del Gato Pérez

Todo empezó hace diez años. Una entidad de Castellbisbal quiso organizar una noche rumbera. Como no querían música enlatada, pidieron a unos amigos suyos músicos que pusieran ritmo en directo a la velada. Fue así, casi por casualidad, que se formó Derrumband, colectivo que se ha propuesto mantener vivo el legado del gran Gato Pérez. A Barcelunya es el tercer disco de la «big band» de la rumba catalana, trabajo impulsado a través de Verkami que revive y reformula Flaires de Barcelunya (1982), uno de los trabajos menos conocidos pero creativamente más interesante del autor del clásico «Gitanitos y morenos». «El Gato, en general, fue un rumbero ecléctico. Y en este disco es del todo evidente. El Gato nos ha permitido entender la rumba como algo abierto. Incluir el Gato dentro del colectivo de artistas rumberos hace de la rumba catalana un lugar menos cerrado y inhóspito para aquellos que entendemos la música más allá de las etiquetas».

Texto: Oriol Rodríguez

En un principio, Derrumband nacía y moría allí, en aquella fiesta en Castellbisbal. ¿Qué le impulsó a seguir?

De ensayar dos o tres temas con toda la banda pasamos a estar tocando dos horas seguidas. Fue una fiesta total. Una jam rumbera en toda regla. Los propietarios de un local nocturno de Vilafranca se enteraron del sarao que habíamos montado y nos propusieron tocar ahí. A diferencia de la primera noche, en Vilafranca nos proponían tocar en público, así que tuvimos que buscar un nombre. La primera noche nos presentamos como Derrumband Olé Stars. Aún no habíamos terminado la actuación que una amiga nos invitó a tocar en las fiestas de primavera de Vilanova y la Geltrú.

Todo os vino rodado.

Sí, fuimos encadenando actuaciones y el proyecto se fue consolidando, encauzándolo hacia un repertorio afín a Gato Pérez y la «ona laietana». Pero el impulso definitivonos lo dio Dani Txarnegö, que organizó un bolo en la Sala Apolo en homenaje a Gato. Participaron muchos artistas y nosotros fuimos la banda base.

«Intentamos mantener viva la Barcelunya que nos describió Gato Párez»

Imagino, sin embargo, que Derrumband no fue vuestro primer proyecto, que todos veníais otras aventuras previas.

El embrión de Derrumband es Oktopotulos, un grupo de Vilafranca del Penedès con un disco publicado. Algunos de ellos ya participaron en el primer encuentro de la banda. Aun así, Derrumband es una mezcla bastante curiosa. Los vínculos entre los 15 miembros de Derrumband son diversos: desde amistades de toda la vida hasta músicos que coincidimos en la banda de música de Vilafranca, pasando por descubrimientos del momento que incorporamos sin dudarlo.

¿Cuando comenzó esta obsesión vuestra por el legado del Gato Pérez?

Al poco de empezar con Derrumband, dos de nuestros músicos, Oriol y Nico, efectivamente, se obsesionaron un poco con toda la discografía del Gato. Investigando toda su obra y vida y teniendo una herramienta tan potente como una banda de 15 músicos que a la vez eran amigos tenían la ocasión perfecta para dar vida a un puñado de temas con una poética especial y genuina como son los temas del Gato. A partir de ahí fue cuando se concretó la dirección del grupo y pasaron una serie de cosas maravillosas que nos han llevado hasta aquí 10 años después.

¿Quienes son estos Los Amigos de Siempre que dan título a su primer disco?

Cuando Dani Txarnegö nos llevó al Apolo para hacer el homenaje más festivo y canalla que se le ha hecho al Gato, conectamos con Aiaiai (Pep Lladó que nos grabó el primer disco, David Torras que es nuestro bajista actual, Rafalito Salazar actual capitán de los Aiaiai). Ellos son estos «amigos de siempre». Como también lo son Manel Joseph, líder y fundador de la Orquestra Plateria con quien nos reflejamos tanto, Rafael Moll que nos ayuda en cada producción que le pedimos, Clara Pérez y Helena Montero que siempre están allí, Martí Marfà que es otro incondicional que también nos da una mano... En definitiva, todos aquellos que recuerdan la figura del Gato y una Barcelona que nosotros ya no vivimos pero que intuimos y intentamos rememorar y recordar.

Y es que lo vuestro, más que revivir exclusivamente la herencia del Gato, es la reivindicación de una ciudad, una cultura, una época y una manera de vivir.

Exactamente. Intentamos mantener viva una Barcelona que seguramente ya no existe y en este caso una Barcelunya que mantiene la esencia que nos describe Gato pero bastante cambiada.

Vuestro segundo disco, Un plaer, sin embargo, está formado per temas propios. ¿Tenéis ganas de expresaros artísticamente?

Sí, quisimos explicar nuestras aventuras e hicimos un disco del que estamos muy contentos. Aunque no somos un grupo de individualidades, sí tenemos una personalidad colectiva propia y este disco es el más personal. Quizá por eso no tuvo mucho eco, pero todo el que se ha adentrado en el mundo de Un plaer ha descubierto unas historias y un sello propio que les ha convertido en unos "amigos de siempre" más.

Y así, disco a disco, bolo en bolo, os habéis convirtiendo en «la big band» de la rumba catalana. ¿Cuáles han sido los mejores momentos que habéis vivido durante esta década?

Muchísimos. Hemos girado por la China, hemos hecho el petardo en una verbena de San Juan en Berlin. Hemos dado bolos con la Platería. Hemos tocado en las fiestas de Gràcia. Hemos estado en las Jornadas de la Rumba de Forcat. Y hemos participado en los diferentes homenajes organizados por diferentes colectivos en recuerdo a la figura del Gato Pérez.

«A Barcelunya es un retrato en forma de mosaico musical, territorial y humano del entorno inmediato de la Barcelona de los 80»

Y justamente ahora habéis vuelto al Gato Pérez con A Barcelunya, vuestra personal revisión de uno de sus discos menos conocidos.

A Barcelunya es un retrato en forma de mosaico musical, territorial y humano del entorno inmediato de Barcelona en los años 80. Es la fotografía de un territorio en transformación que se veía forzado a hacer compatibles un mundo industrial en auge que impactaba en un mundo rural en regresión. Y también representa un viaje musical que, a pesar de incorporar la rumba, se asoma al funky, swing, ska, cha cha cha...

¿Qué es lo que os cautivó tanto de este disco?

El hecho de que el Gato se exprese en catalán durante todo el disco. Si la imagen que tienes del Gato se basa en "Gitanitos y morenos", "Ebrios de soledad", "Rumba de los 60"... cuando escuchas este disco descubres una nueva faceta, más íntima, aparentemente naif pero que esconde muchas declaraciones de intenciones.

Otro de los grandes atractivos del disco es la cantera de amigos que ha colaborado.

Hemos tenido la suerte de trabajar con Rafalito Salazar, gitano de Mataró, miembro de la última parte del Gato Pérez. También han colaborado Xavi Ciurans, cantante de Gertrudis, Dani Txarnegö, cantante de la Barcelona más canalla y mestiza. Tampoco nos deberíamos olvidar de Carles Belda, el trovador-ciclista, Manel Joseph, mítico cantante de la Platería y amigo íntimo del Gato, Arnau Garrofé, uno de los primeros saxofonistas de la banda, que hoy gira por el mundo con su saxo y Lluna Aragón y Marina Sala, violinistas amigas y militantes de la banda.

¿Ya habéis presentado esta Barcelunya en directo?

Tuvimos la suerte de que los festivales Tradicionàrius y Barnasants creyeran en el proyecto y nos invitaran a formar parte de sus programaciones. El concierto de presemtació enm el CAT fue emocionante. El público estuvo entregado desde el primer tema. Quisimos cuidar la puesta en escena para hacer un espectáculo potente musicalmente, bailable y que a la vez mostrara al público la idea de fondo del Gato: el viaje por Barcelunya. Salimos salir contentos y emocionados por el resultado.

Y a Verkami, ¿cómo llegasteis?

Habíamos oído hablar, pero nunca nos lo habíamos planteado. Estuvimos investigando un poco por internet y vimos otros ejemplos de proyectos terminados por Verkami. La campaña nos ha permitido grabar y editar el disco. Muy probablemente, sin el micromecenazgo tendríamos el disco grabado pero guardado en un cajón.

Siendo debutantes en el micromecenazgo, ¿cómo preparasteis la campanya?

Nos asesoramos desde el primer momento con Valentín Acconcia, que nos guió en todo el proceso. Nos insistió en que era importantísimo la precampaña y preparar bien el terreno para que a la hora de comenzar la campaña todo el mundo estuviera avisado de que íbamos a grabar A Barcelunya. Si somos sinceros, cuando comenzó la campaña algunos miembros de la banda no lo teníamos claro que pudiéramos alcanzar el objetivo, pero era por el miedo a la novedad. Otros fueron mucho más optimistas desde el primer minuto. El día que conseguimos el objetivo que nos marcamos, ¡abrimos una botella de cava para celebrarlo!

«Sin el micromecenazgo tendríamos el disco grabado pero guardado en un cajón»

¿Cómo ha ido la relación con los mecenas, factor fundamental en el éxito de toda campanya?

Han sido unos mecenas magníficos. A pesar de los problemas de agenda con la discográfica, que han hecho que no hayamos podido tener los discos hasta hace poco, han sido pacientes y comprensivos.

¿Qué consejo darías a otros grupos y bandas que, como vosotros, quieran financiar sus discos a través del micromecenazgo?

La clave del éxito, como nos insistió Valentín, está en una buena precampaña, es allí donde enseñas tu proyecto. La gente tiene que tener interés y querer participar de tu producto.

¿Volverá a impulsar sus futuros discos con Verkami?

La verdad es que sí. Es la manera de asegurarte de que los discos no se quedarán cogiendo polvo en un almacén, sino que se venderán.

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