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Como se hizo 'Entre Fuga y Regreso': Un viaje al cosmos creativo de Juanan Requena

el 21 Octubre 2015 en Historias Verkami

Sostiene Juanan Requena que si tiempo atrás le hubieran preguntado qué era, no hubiera dudado en decir que fotógrafo. “Pero las respuestas cambian con el tiempo, se van acomodando a un camino que nunca podremos acertar a trazar. Ahora la idea más cercana a lo que fabrico y deseo ser, sería contestar que compositor”. Sin embargo, el mundo de este creador inquieto sigue llegándonos, principalmente, filtrado a través de un objetivo: “y eso es precisamente lo más bello y entendible de este oficio”, afirma. “Cada fotógrafo parte de la misma materia prima y la misma raíz pero se ve irremediablemente obligado a traducir su realidad mediante la lente y la mecánica de una cámara hasta crear una nueva visión, un trozo de ese mundo que contenga su propia emoción, pero que a su vez sea todavía una ventana a lo real, a un instante, digamos, reconocible”. Así, para Juanan Requena, un fotógrafo (o un compositor) es alguien que llama a la puerta de la imaginación del espectador. Alguien que traza una línea de puntos entre siempre y jamás. O “Entre fuga y regreso”, uno de sus últimos proyectos, aventura que materializó gracias al éxito que obtuvo su campaña en Verkami.

Texto: Oriol Rodríguez

Luz y tiempo

Juanan Requena no recuerda exactamente cuándo hizo su primera fotografía. Supone que debió ser de niño, mientras jugaba con alguna cámara de su padre, una de aquellas fascinantes máquinas que a veces le dejaba trastear. Sí que mantiene viva la remembranza de la primera instantánea que vio nacer en la cubeta de un laboratorio. La evoca como una pared sucia, llena de graffitis, que no decía ni simbolizaba gran cosa, pero que mágicamente contenía ella sola una enorme montaña de porvenir. “Con el tiempo, aquella primera fotografía me ha servido para darme cuenta de que muchas veces no se trata de lo que vemos sobre una imagen, sino de lo que asoma en su fondo, hasta dónde nos transporta y qué regresa con ella”.

Inventor de visiones en perenne estado de ebullición, revela que, como expresión artística, la fotografía le seduce por su capacidad de narración y sugestión. Por ser un lenguaje conformado por dos vocablos básicos: luz y tiempo, pero con los que se pueden bosquejar paisajes cargados de sentidos y sentimientos que no precisan de una explicación literal. “Puedes crear un marco hacia la imaginación, apelar a la necesaria intervención de cada lector, mandar un mensaje al reflejo de sus universos más personales sobre el mundo que compartimos”.

Un cosmos creativo, el que habita Juanan Requena, en el que el retrato es la supernova sobre la que gravitan en expansión disciplinas como el dibujo, el collage, la escritura… Confluencia de materias artísticas que aduce “al paso del tiempo y todos sus posos, convirtiéndose en firmes asideros desde donde un creador respira y mezcla un poco de aquí y de allá en lo que hace. Es el reflejo de su dieta creativa, de aquello con lo que vive cada día, de todo cuanto lee o escucha o ama. Ese universo va conformando el fondo de su obra, su propia escucha”. Obra y escucha a la que dio altavoz en la exposición “Entre fuga y regreso”, proyecto con el que se infiltró entre los creadores afiliados a las campañas verkamísticas.

Verkaminando

Con su arrasadora dialéctica poética, de Entre fuga y regreso resuelve que nació como una exposición de fotografías donde dejar latir todos los mapas que había ido coleccionando durante muchos años de andanzas creativas. Un poco para ordenar una gran montaña de instantes compartidos y colocarlos en una partitura nueva. Manifestación pública de su obra que, tras el peregrinaje por otras ciudades, quería clausurar en Madrid en lo que debía ser algo así como una celebración. Algo que no fuera recogerlo todo, guardarlo en cajas selladas y regresar a casa. Algo especial, pensado para ser compartido y creado desde la estima y el cariño. Con tal propósito inició su campaña en Verkami. “Tras otras experiencias colaborativas en cuanto a micromecenazgo, felizmente entendí que elaborar una campaña así no era mendigar o gritar socorro”, destaca, “sino abrir el alcance y hacer que todo el proceso fuera realmente un camino de todos a la vez, de gracias a todos, de algo de ti para todos”.

ENTRE FUGA Y REGRESO [ travelling ] Acto 4.

La campaña se inició un viernes de enero a las cinco de la tarde, coordenadas temporales que asume como una locura pero también con una declaración de principios. “Estaba literalmente aferrado al teclado del ordenador y temblando primero de nervios y más tarde de emoción”. Lógico. En tan solo dos horas había alcanzado los 1.800 euros que requería su proyecto. Al finalizar los 40 días de campaña, las aportaciones sumaban casi 9.000 euros. “Algo totalmente increíble”, enfatiza el artista. “De haber una clave para el éxito que tuve, quizás no sea otra que haber estado ahí desde el principio hasta el final, literalmente volcado cada día, y hacerlo de tú a tú, creando y defendiendo mi imaginario hasta el final y en todos sus procesos... Es decir que, de haber un secreto, no es otro que el resultado del trabajo y del esfuerzo y de todas esas horas que un creador invierte en todo cuanto sueña... Cientos de horas invisibles que de repente le devuelven el doble de luz de cuanto supo ofrecer”.

Mi relación con los mecenas fue, es y será lo que más perdurará de todo este jaleo cuando pase el tiempo

Una experiencia en la que también destaca la correlación emotiva con sus mecenas, a los que Juanan, en una de sus extraordinarias salidas conceptuales, denomina luciérnagas, por ser el destello que le iluminó durante todo el trayecto, llevándole más allá de lo esperado. “Saberte acompañado así te da toda una lección de vida: es un motor inagotable. Mi relación con los mecenas fue intensa, cercana, de dimensiones humanas y cocinada a fuego lento. Fue, es y será lo que más perdurará de todo este jaleo cuando pase el tiempo... Fueron muchos sellos y muchas postales, una libreta de direcciones felizmente desgastada, abrazos en cada ciudad, un libro en blanco que se llenó de amistad... Y lo mejor de todo es que ahora todo ese bagaje es una tormenta adentro, lo que te hace seguir y creer. Creer como nunca”.

Paciencia, trabajo a conciencia y mucha disciplina es lo que recomienda a los creadores que como él emprendieron la senda del micromecenazgo para hacer realidad sus proyectos. Pero, sobre todo, les anima a que se tiren de cabeza a disfrutarlo y que ofrezcan una experiencia, que no se limiten a llegar a una meta. “Que se lancen con mucho mimo, que preparen con disciplina el terreno de despegue y gocen como locos del aterrizaje, pero que no se olviden de vivir el viaje con intensidad y compartirlo con altas dosis de emoción”.

El proceso (y más allá del regreso)

Entre fuga y regreso pasó por Madrid del 21 al 29 de marzo. Nueve días que, dentro del desorden con el que se convive en un gran ciudad y contando con el caótico y esmerado montaje expositivo, rememora como excelentes. “El objetivo de la campaña no era otro que montarlo todo con humildad, con las espaldas cubiertas e invirtiendo todo el tiempo que se precisara. Y quería hacerlo por libre, sin contar con banderas ni logos ni atendiendo a decisiones ajenas. Así que era yo mismo el que abría y cerraba el local cada día, el que estuvo allí un montón de horas, muchas de ellas leyendo dentro, en silencio, viviendo dentro del universo de la exposición como si fuera la primera vez”.

La exposición terminó, pero la aventura continúa. Gran parte de la recaudación obtenida con la campaña se quemó entre gasolineras y ruedas. Se esfumó en el viaje alrededor de la península para hacer entrega personal de todas las recompensas. El resto lo ha destinado a abrir el espacio creativo EL GRANERO; así, en mayúsculas, porque mayúsculo es su fin. “Es mi nuevo hogar, un refugio y a la vez que el sueño por fin cumplido de abrir las puertas de mi taller. Un lugar donde todo lo que hago puede ser tocado y respirado, donde cabe la tranquilidad y se puede conversar lentamente. Una vieja casita donde, de vez en cuando, vamos a organizar encuentros y talleres basados en nuestra idea de pausa, de convivir y aprender mientras reímos y nos escuchamos. Este viejo granero también renace para que todos los mecenas sepan que al igual que me abrieron las puertas de sus hogares, aquí está el nuestro, sosegado y esperando su luz”.

Studio EL GRANERO.

Dice Juanan que los que crean desde la pasión son un poco imparables y siempre andan metidos en algún fregado sin necesidad de que nadie se lo pida. Por eso no es extraño que ya ande liado entre nuevos secretos y antiguos mapas, en saltos diarios y luces inagotables. Proyectos y más proyectos. Y alguno de ellos volverá a ser iluminado a través de Verkami. “Más que por las cifras y las metas, por los alcances y la experiencia. Aunque antes vamos a seguir entrenando y cuidando al equipo que ya somos, porque se necesita un poco de espacio para volver a tomar impulso”.

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3 comentarios

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  • Juanan Requena

    Juanan Requena

    más de 8 años

    Mucho mucho más allá querido Jonás... familia verkami... sabéis cuánto de incontable tiene todo este jaleo... y todo lo que el camino recorrió desde que llegué aquí... os espero en este GRANERO fuera del tiempo!!

  • Jonàs Sala

    Jonàs Sala
    Verkami

    más de 8 años

    Precioso! Nosotros no pudimos coincidir en Barcelona para conocer a Juanan, pero trabajar con él preparando el proyecto fue una auténtica gozada! Esperamos poder visitar el Granero bien pronto! Historias preciosas que van mucho más allá de la financiación las que se tejen en los proyectos verkamistas :)

  • Richard

    Richard

    más de 8 años

    "Mi relación con los mecenas fue, es y será lo que más perdurará de todo este jaleo cuando pase el tiempo".

    Totalmente de acuerdo,yo soy uno de esos mecenas,en particular "Cronopio" .Mi experiencia,al conocer a Juanan en persona en Madrid,fue un flash de luz tenue que me dejo fascinado y que me hizo convertirme en una de sus luciérnagas.Volver a Canarias no fue igual después de conocer a Juanan.

    Un abrazo cálido desde Canarias.

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