#05 /
Gabri, Borja y el cerrajero
May 23, 2012
Este proyecto no se estaría llevando a cabo si un buen día los caminos de Gabri y el mío no se hubieran tropezado. En realidad quizás fui yo quién le hizo tropezar porque seguro que le parecí más bien torpe cuando fui a su estudio del Raval a entrevistarle para la revista Time Out y en el momento de salir al patio para hacer unas fotos cerré la puerta tras mío -como por otro lado me habían enseñado de pequeño- dejando las llaves dentro y sin forma de abrir desde fuera.
Gabri, yo y una Morsa gigante nos quedamos un buen rato fuera, paralizados, hasta que corrí a la tienda de mi chica para pedirle el teléfono de un cerrajero y me parece que ella también me dejó algo de dinero, pero como yo no llevaba nada encima Gabri tuvo que pagar gran parte del trabajo de un cerrajero de urgencias que cobraba unos 80 euros cada treinta segundos.
Debo decir a mi favor que nadie me había advertido de no cerrar la puerta, pero esto no evitó que me sintiera fatal hasta que un día le invité a cenar en el magnífico restaurante Mam i Teca (que aprovecho para recomendar).
Siempre me he sentido un poco mal por este episodio, de manera que yo fui el primer sorprendido cuando me dijo que le interesaba publicar un original en catalán que yo había titulado "Ira i el mar". Pensé que estaba de coña. Yo lo había movido un poco, sin éxito ni demasiada convicción, y por eso de entrada no le creí.
De hecho creo que se lo mandé, no porque pensara que fuera a interesarle sino porque me sentía en deuda con él por descubrirme a Curtis Garland, a quien también entrevisté para Time Out. Conocer a un hombre que en sus buenos tiempos llegó a escribir 6 novelas al mes (novelas de duro, pero novelas al fin y al cabo) y que cuenta con unos 2.000 títulos a sus espaldas me animó a terminar por lo menos una, aunque fuera corta y sencilla, como las suyas.
Total, que era verdad que a Gabri le gustaba el libro y me presentó a Carmen Segovia, cuyo trabajo me pareció extraordinario. Pero había que traducir la novela y eso me llevó mi tiempo porque, ante la oportunidad de publicarla en una editorial tan detallista como Morsa, quise reescribirla. Por eso la cosa se ha ido retrasando y retrasando, con lo que creo que el personaje de Ira debe tener ya casi tres años. Ahora el original está solo pendiente de mi revisión final, la edición de Gabri, las correcciones lingüísticas, etc. y por su parte Carmen se acaba de llevar el libro a México para trabajar desde ahí las ilustraciones.
Viéndolo en retrospectiva, resulta todavía más excitante constatar que todo esto llegará a buen puerto y que se hará gracias a la generosidad de amigos, familiares y, en general, de gente que cree en el proyecto. Un millón de gracias a todos. Pero, un momento. Ahora que lo pienso, quizás haya una razón oscura en todo esto. ¿No será que Gabri ha decidido publicar la novela para recuperar la pasta le costó el cerrajero? Se admiten apuestas.
0 comments
If you are already a sponsor, please Log in to comment.