Libro ¡Feliz Vida!

#03 / 1eras lineas de los cinco apartados del 2do capítulo de ¡Feliz Vida!

• El Amor.
“El amor es la llave que abre las puertas de lo imposible”, Proverbio chino

El gran físico cuántico Wolfgang Pauli, quien recibió el premio Nobel en 1945 por el principio de exclusión, uno de los pilares de la física cuántica, y que predijo el neutrino años antes de su confirmación experimental por Enrico Fermi, escribió: “Sólo el amor puede construir un puente entre la física, el espíritu y la psicología”. Y añadió: “Conocer el universo en su totalidad no basta; es necesario también ser partícipe”.

A través de la fuerza del eros presente en el amor, sentimos la llamada a participar en la vida expresando nuestra originalidad.

• Contribuir a la Coherencia universal.

Para poder ver las pistas, interpretarlas, modificarlas y crearlas es necesario que contribuyamos a la coherencia universal viviendo en el amor y evitando el stress y las emociones negativas.

Ya Hipócrates hablaba de la concordia de todas las cosas: existe un flujo común, una respiración común…

También Pitágoras se refería a esa misma concordia que en su caso se expresaba en la armonía de las esferas.

Y Arthur Koestler observó: “La doctrina de que todo en el universo está armonizado, en parte por causas mecánicas, pero principalmente por afinidades ocultas (en las que se incluyen las aparentes coincidencias) está presente en el taoísmo y en el budismo, en los neoplatónicos y en los filósofos de principios del renacimiento”.

Y esta misma idea deviene más palpable y comprensible a nuestra mente racional, que siempre reclama demostraciones científicas, con los últimos descubrimientos de la ciencia posterior a 1900.

• Aceptar la secuencia natural de las cosas

Cuando no aceptamos la secuencia natural de las cosas caemos en la desesperación, la ansiedad y la frustración. Y esto nos imposibilita cumplir con la regla del Amor.

Te lo ilustraré con la siguiente metáfora:

• Aceptar lo Necesario e Inevitable

Cuando aceptas lo que es se sincronizan naturalmente tus dos hemisferios cerebrales y aparecen la tranquilidad, la claridad y la felicidad.

Es un círculo virtuoso que te llevará a una vida de logros en salud, felicidad y éxito en todos los campos en que decidas explorar, vivir y emprender.

Platón cita dos grandes fuerzas cósmicas, Nous (mente) y Ananke (Necesidad). Nous explica lo que podemos comprender con la razón y Ananke opera como una causa variable.

Cuando algo no encaja, parece curioso o extraño, rompe la pauta habitual, y no cumple con nuestras predicciones, expectativas y filias, es muy probable que haya intervenido la Necesidad. Uso la cita de Platón para contar que existe en la vida aquello necesario e inevitable, aquello que se decide según otros criterios y desde otros lugares que desde nuestras mentes individuales humanas. Aquello que es necesario e inevitable para nuestra evolución individual, a veces, y colectiva otra. Nuestra mente humana acepta sin pensarlo aquello que presumimos bueno para nosotros pero no acepta aquello que catalogamos como “desastre” porque echa a perder nuestros planes.

Para los que esperan una vida lógica y ordenada, no contingente y cierta, las maneras en que Anenke opera son siempre y totalmente irracionales puesto que van en contra de su lógica prevista y esperada, humanamente organizada alrededor de sus planes proyectados.

Tenemos la costumbre de querer saber el por qué de las cosas de la Vida y hacer preguntas al respecto. Pero, vista desde la perspectiva humana, la vida no sigue ninguna lógica. La vida siempre desafía nuestra lógica humana. Incluso las sorprendentes bendiciones de la vida también la desafían.

• Jugar para Vivir

Si comparamos la vida con los problemas matemáticos, la vida es un problema de final abierto. No hay un final predeterminado. Ni a nivel individual ni a nivel colectivo. La vida es creativa. La vida es sorprendente. Todo es posible en la vida. No hay limitaciones.

Pero ocurre algo…. Todas estas maravillas solamente podemos disfrutarlas cuando nos sumergimos totalmente en la vida. Aceptándola tal cual es. Entregando nuestros dones. Dialogando con ella sin imponerle nuestros criterios, y aceptando sus reglas.

Compáralo con los juegos. Cuando no estás metido dentro, presente, implicado y comprometido, todos los juegos resultan aburridos y absurdos.

¿Has ido alguna vez al túnel del terror en el Tibidabo en Barcelona? Yo sí. Y no quería ir. Pero puesto que decidí ir, tomé también la decisión de estar presente, implicada y comprometida. O sea, que me puse en situación de estar en un túnel en donde iba a pasar miedo y que lo mejor que podía hacer, en atención a las reglas del juego, en atención a mi y en atención a los demás era, no solamente comprometerme con “pasar miedo”, sino además sentirlo, mostrarlo y alentar el miedo de los demás.

¿Que cómo fue la experiencia? Terrorífica, maravillosa, divertida, completa, plena y con sentido.