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Faisán para vegetarianos

Este documental busca acercarse al barrio de El Raval de Barcelona mostrando lo más importante de cualquier barrio: sus vecinos. Las personas que, en definitiva, lo conforman, lo moldean, lo viven y lo defienden y lo aman y lo sufren y lo (re)crean.

Blanca del Rey

Un proyecto de

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3.060€
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ENTRANTES

Faisán para vegetarianos nace como proyecto en septiembre de 2012, a partir de una idea de Jordina Sangrà, Sergi Coloma y B. del Rey. Nos planteamos realizar un documental sobre El Raval de Barcelona, pero dando un giro con respecto a los ya existentes sobre este barrio barcelonés. A diferencia de otros trabajos, con este documental no pretendíamos tanto acumular fotografías de un (más o menos) rutinario paseo por las calles de este barrio como poner el foco en lo más esencial de cualquier población: sus vecinos.

PRIMER PLATO

Desechados los exteriores, conseguimos -con la ayuda de varitas y sombreros de copa, como si de ilusionistas se tratara- trazar el plan de lo que iba a ser la ejecución de un retrato ideal de El Raval. Elegimos a trece personas residentes en el barrio, trece itinerarios vitales posibles a través de ese antiguo callejero y decidimos reunirlos bajo el mismo techo para que la vida de El Raval, sus esperanzas, sus temores, sus destinos, sus casillas de salida o de llegada, se oyeran y se entrecruzaran.

En noviembre de 2012, para que ese vivero se diera, organizamos una cena en una de las bellísimas salas del Museu Marítim de Barcelona, con la intención de llevar El Raval de las calles a la mesa. Ninguno de los comensales -entre los que se encontraban Rosa Gil, propietaria del restaurante Casa Leopoldo; el actor Carles Flavià; la emblemática prostituta Mónica del Raval; Alexandre Grimal, pintor e investigador de arte prehistórico; la religiosa Viqui Molins y la activista Diana J. Torres (Diana Pornoterrorista)- conocía la identidad del resto.

SEGUNDO PLATO

Es difícil encontrar un lugar, un territorio que sirva mejor como símbolo de lo que está sucediendo en Barcelona y en otras grandes capitales con mayor peso que el barrio de El Raval. Situado históricamente en las orillas, en el extrarradio, a pesar de estar en lo que hoy es el centro de la ciudad, ese desplazamiento también más allá de lo puramente geográfico. El Raval (el Barrio Chino) siempre ha sido una zona molesta. Muchos lo han visto como una amenaza o como algo desagradable, el hermano feo que desentonaba en esa lujuria de turismo y joyas y sombreros mexicanos que desde hace tiempo son el Gótico, Las Ramblas y el Passeig de Gràcia. El Raval vive desde hace décadas bajo una tensión constante por el hecho de encontrarse tan cerca del epicentro de la Barcelona que se vende al mundo, pero a pesar de la agresión que supone vivir al lado de ese escaparate, el barrio humilde que siempre fue, lejos de resignarse o de rendirse, se viene arriba, desprende vida y aunque mute y lo muerdan a veces y unos se vayan y otros lleguen y a unos los acojan y a otros los echen, aunque la vida encuentre siempre más dificultades para arraigar en ese territorio de frontera, la vida arraiga, lo hace todavía con más fuerza si cabe, y todo eso se nota cuando uno pasea por sus calles, pero sobre todo se siente cuando uno está entre sus gentes.

CAFÉ Y POSTRE

La filmación de la cena fue un éxito y estamos encantados e ilusionados con las perspectivas de lo que pueda ser el resultado final de este proyecto, que esperamos que esté listo para finales de febrero. Ahora mismo estamos en la fase de posproducción y esperamos poder acabarlo, distribuirlo y promocionarlo pronto, para lo cual es imprescindible encontraros a vosotros y poder contar con vuestra ayuda.

LA CUENTA

Ninguno de los miembros del equipo ha cobrado ningún salario por participar en este documental y todo lo que se ha hecho hasta el momento ha sido posible gracias a la colaboración económica de algunos de nosotros y a las aportaciones de instituciones de Ciutat Vella y de asociaciones como los comerciantes del Mercat de la Boqueria, que sufragó los gastos de la cena, o como el Museu Marítim, que cedió gratuitamente la sala en la que se rodó la cena.

Hemos intentado ajustar el presupuesto al máximo. Estos 2.840 euros servirán para pagar algunos gastos de producción que aún quedan pendientes y el alquiler de cabinas y la adquisición de material necesario para la edición y posproducción.

Si consiguiéramos recaudar algo más (y entonces, aleluya) ese dinero se destinaría a los gastos de distribución y promoción del documental.
¡Que aproveche!

Os dejamos algunos enlaces:
Faisán en Facebook

BTV nos hizo una entrevista el día del rodaje de la cena. En este enlace se puede ver (a partir del minuto 1h 02')

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