LOLO, el Biopic

#04 / Entrevista de Brays Efe a Miguel Agnes

Brays Efe, joven cineasta cuyo último proyecto, BASURA, está a punto de ver la luz gracias al micromecenazgo, me recibe en su casa de la Latina para hacerme unas preguntas sobre LOLO, el Biopic. Aquí queda la memoria de nuestra conversación.

**Miguel Agnes, polifacético contributor madrileño, se embarca en un

nuevo proyecto y despliega en este caso un crowdfunding para sacarlo

adelante. Se trata de LOLO, el biopic de la icónica Lolo Ferrari.

Dejemos que nos hable de él.**

**Hola Miguel, ¿por qué Lolo Ferrari? ¿Qué hay en ella que nos fascina

aparte de unos pechos sobrehumanos?**

Hola Brays, gracias por la merienda, no tenías que haberte molestado. Lolo Ferrari, como ya he comentado alguna vez, es mucho más que una actriz erótica o una bailarina. Es un icono contemporáneo con un encanto enorme, un personaje lleno de luces y sombras, de terrible destino y misterioso final, alguien que en su lucha por ser feliz acabó autoinmolándose, en una especie de sacrificio postmoderno en pos de los valores contemporáneos. Lolo lo tiene todo, desde una estética irresistible a un talento enorme, devorado por el mainstream que todo lo devora... Una mártir del Culto al Cuerpo, profundamente incomprendida y casi olvidada, que se merece mínimo un biopic...

Brays Efe Lolificado. Foto original de Javier Calvo

Te habrás documentando ingentemente sobre Lolo Ferrari…

(Miguel me interrumpe) No lo sabes tú bien. Hay mucho material por ahí circulando sobre Eve Valois, y cuanto más descubro más se va revelando Eve como persona y Lolo como persona/personaje. Basta con mirar las fechas para descubrir que Lolo sólo existió durante cinco años, y que Eve sólo fue feliz esos últimos años de su vida. Feliz a un precio muy alto, claro. El peso de sus pechos le provocaba unos dolores de cabeza terribles, y le impedía dormir con normalidad. Aún así, jamás se planteó reducir su talla. Todo lo contrario. Estaba obsesionada con aumentarla. Para Lolo, sus pechos no tenían connotaciones sexuales. Para ella eran una metáfora de la maternidad, de la infancia que no tuvo, significaban felicidad, leche, abundancia...

**Se trata de un biopic centrado en principio en sus últimos días

¿estará más cerca de “La dama de hierro”, de “Last Days” de Gus Van

Sant o de la tv movie “Mi Gitana”?**

Pues fíjate, yo lo veo, en estructura profunda, más como Mi Gitana que otra cosa. Y es que lo que veo coherente con Lolo a nivel formato es un artefacto televisivo, como lo fue Mi Gitana, algo sin pretensiones cinematográficas en realidad.

**Si pudieras hacerle tan solo una pregunta a Lolo Ferrari y recibir

de ella una respuesta sincera desde la ultratumba, ¿qué le

preguntarías?**

Me gustaría saber qué perfume usaba, para que lo llevara Miren en rodaje...

**Has comentado en ocasiones tu aversión por los actores y las

actrices, ¿por qué Miren?**

En efecto, Brays, he comentado a menudo mi aversión por el gremio actoral, aversión que nace de haber trabajado mucho con ellos. De hecho, a Miren la conocí trabajando en Escenas de Matrimonio. Los actores son imprescindibles en el mundo del Audiovisual, más imprescindibles que un director o un realizador. Y ellos lo saben, y la mayoría se aprovechan. Pero Miren no es así. Es una actriz asombrosa por su capacidad para dar vida a un guión a nivel voz y a nivel cuerpo, pero es que además siempre está a favor de obra, no de ella misma. De hecho, LOLO nace de conversaciones que llevamos manteniendo Miren y yo sobre Eve Valois desde hace ya un par de años, de ahí que Miren firme también el guión, ya que las secuencias que vamos a desarrollar las hemos imaginado juntos, y están ya puestas en abismo. Sólo falta poner una cámara delante y grabarlas.

**Podríamos decir que este es tu primer proyecto narrativo, al menos

que podamos encontrar fácilmente, ¿supone esto un reto para ti? ¿qué

nos podemos esperar?**

Sí, yo me he especializado en videoclips y en visuales abstractos eludiendo siempre el diálogo. En realidad, esto se debe a mi aversión a los actores. Si ya cuesta que un actor profesional dé vida a un personaje de forma creíble, imagínate con un actor aficionado. Tú mismo, Brays, como cineasta, estoy seguro de que esto mismo lo has sufrido. Por eso no he acometido un proyecto narrativo hasta este momento, en el que me he visto con un proyecto entre manos que de verdad me interesa y con una actriz que estoy seguro de que lo va a poder hacer de forma satisfactoria.

¿Y qué esperas tú de LOLO?

Bueno, yo espero pasarlo bien en el rodaje, y manufacturar un artefacto audiovisual que me guste consumir. Al final yo creo que esta y no otra es la motivación de todos los líos en los que me meto a nivel CLE.

**Para los que nada sepan de tu faceta de realizador, ¿cuáles han sido

tus anteriores trabajos en lo audiovisual?**

Pues he trabajado como script para series de ficción de Televisión, para Telecinco, concretamente. He hecho videoclips para el underground, el overground y el mainstream, además de visuales para los directos de Chico y Chica, por ejemplo. He currado también como jefe de casting en proyectos pequeños y de ayudante de casting en películas ya serias, y también hice una temporada de vídeo jockey. Por otro lado, formé parte del equipo que llevó a cabo Cineshock, un experimento relacionado con la exhibición cinematográfica y la ebriedad, que marcó el 2010 en Madrid.

**Se cuenta que tuyo es el primer desnudo integral que vio la ECAM en

uno de sus proyectos, ¿es cierto?**

Sí, cierto es. Se trató de un desnudo absolutamente injustificado, del tipo “exigencias del guión”, que propuse como desafío a una de las actrices de la escuela, que aceptó encantada. El cine (españñol) es un mundo heterocentrista que aún en el siglo XXI mantiene clichés del Antiguo Régimen, y me pareció natural plantear algo así, que para algo estábamos en una escuela, esto es, aprendiendo.

Brays Efe, escuchando atentamente las respuestas de Miguel Agnes. Foto original de Tomás Peña.

Miguel ¿cuándo descubriste el cine?

Una noche de Invierno, cuando mi padre me llevó a mí solo (éramos cinco hermanos) a ver en el Cine Amaya, de Donosti, Candilejas, de Chaplin. Un melodrama con música lacrimógena sobre el mundo del espectáculo. Recuerdo con claridad que antes de la película pusieron un NODO, y aquello fue una inmersión total en el misterio de los fantasmas del Cinematógrafo.

¿Reconoces influencias?

Cuentan que un poeta de la Residencia de Estudiantes le estaba leyendo unos versos a Federico García Lorca, cuando éste, con mucha pluma, le interrumpió, diciendo: “Para, para, que me influencias”. Todo lo que vemos, que consumimos, que leemos, nos influencia. Las obsesiones van cambiando de forma, pero siguen siendo obsesiones. A mí me obsesionó el cine alemán de la República de Weimar, el Neorrealismo Italiano, el Giallo, las películas de Armando Bó, Zulueta, Lynch, Cronnenberg, Mario Bava, Ozu, Casavettes, Truffaut y Godard, Abel Gance y Renoir, Demy, Fassbinder, Buñuel, Ripstein, Villaronga... Todo ello en una época sin internet, en una época en la que veías las películas después de haber leído todo lo habido y por haber sobre ellas... Lo normal, supongo, para un joven aficionado al cine que se formó en el SXX.

**¿Qué te ha llevado a hacer un crowdfunding? ¿Cuál es tu relación

ahora mismo con este medio de financiación?**

Pues me ha llevado la necesidad pura y dura. Si quiero levantar este proyecto necesito txoja, y no voy a ir por ahí pidiendo subvenciones o haciendo sablazos, así que bueno, esta cosa del micromecenazgo me ha parecido un medio como otro cualquiera. Es verdad que da como apuro, que es un poco extraño y misterioso, esto de que desconocidos y amigos suelten txoja por tu proyecto, pero bueno, así son los tiempos, y parece que no nos queda otra.

**Hay jugosas recompensas, entre ellas un día a tu lado repleto de

divertidas actividades… ¿por ejemplo?**

Bueno, depende un poco del sentido lúdico del mecenas que opte por esta recompensa. A mí se me ocurren muchas actividades, todas apasionantes e inolvidables. Es cuestión de tener una charla previa para sincronizar sensibilidades.

En este punto de la conversación ya había anochecido, y fuera, en la calle, caía una lluvia fina y plácida. Despedí a Miguel Agnes, que se puso un abrigo gigante, y sin paraguas, se perdió por las calles reverberantes de mi barrio.

Brays Efe.