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Novela "Tu Cocaína y la mía" - Edición especial

Ayúdanos a divulgar y compartir la otra realidad del alcohol y las drogas, a través de esta edición especial de la novela autobiográfica "Tu Cocaína y la mía" (Editorial CuatroHojas), donde Justo Fernández, su autor, ex-adicto al alcohol y a la cocaína, relata su experiencia y recuperación.

Justo Fernandez

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La mirada actual a las drogas y el alcohol está polarizada entre su rechazo y demonización por temor, o su idealización por romanticismo.

Esta ilusión dual está normalizada en la sociedad, impidiendo la comprensión de la realidad de estas maneras de vivir.

A través de este proyecto pretendemos aportar un enfoque veraz, ecuánime, libre de juicios, drama y morbosidad, de la realidad del consumo de sustancias que alteran la conciencia.

El alcohol y las drogas no son ni buenas ni malas en si mismas, solo son sustancias irrelevantes. El foco ha de estar necesariamente en el vacío vital que el ser humano intenta llenar inútilmente a través de su consumo.

Tu Cocaína y la mía

El eje central de nuestro proyecto es la realización de una edición especial de la novela autobiográfica "Tu Cocaína y la mía" (Editorial CuatroHojas), donde Justo Fernández, su autor, ex-adicto al alcohol y a la cocaína, relata su proceso personal de recuperación, precisamente enfrentándose a su propia realidad interior.

Justo dice: “Escribir sobre mi realidad ha sido mi forma de agradecer lo aprendido. No soy un trastorno, ni una adicción, ni un narcisismo. Eso es solo mi novela. Yo soy simplemente un hombre, un padre, un hijo ... ".

Ha sido la gran aceptación de la primera edición de "Tu Cocaína y la mía" lo que nos ha animado a este nuevo enfoque divulgativo y de toma de conciencia. Muchas han sido las referencias y reseñas de lectores y participantes en presentaciones y encuentros que así nos lo han sugerido.

En palabras de la escritora Jezabel Montenegro:

"... es una novela tan exquisita y delicada como una frágil copa de cristal en el vórtice de un huracán blanco. Me he parado en el arcén de este viaje a través de sus páginas varias veces, para preguntarme fascinada cómo es posible transmitir con tanta fuerza semejante historia de Pasados en llamas, Presentes rotos y Futuros inciertos, sin exhibiciones morbosas ni detalles escabrosos. Será porque la simple verdad, la honestidad traducida en palabras, no necesita aditivos o potenciadores del sabor. Será porque esta novela es magia y no truco ...".

Para más información sobre la novela "Tu Cocaína y la mía": ver web

Para más información sobre "Editorial CuatroHojas": ver web

Tu Experiencia y la mía

Adicionalmente a la publicación de esta edición especial y mediante la iniciativa "Tu experiencia y la mía", realizaremos acciones de divulgación y acompañamiento de casos de adicción, a través de:

  • Encuentros con adultos (madres y padres) en formato charla-coloquio-taller.

  • Encuentros con jóvenes en formato aula abierta

  • Acompañamiento no terapéutico de parejas y familiares de adictos.

Para más información sobre las actividades de "Tu experiencia y la mía": ver web

Te invitamos a colaborar

Sea a título particular o representando una entidad o institución puedes participar en este proyecto, de carácter eminentemente humano, a través de las aportaciones y recompensas disponibles. Nuestro principal objetivo es ampliar conocimiento y conciencia en esta oculta realidad cotidiana. Creemos que se hace necesario transcender la actual relación entre la sociedad, su neurosis, y estos intentos fallidos de vida.

Gracias de antemano.

Cristina Medrano y Justo Fernández

Sinopsis

Juan es un hombre de 44 años. Hasta ahora, detrás de toda una vida de superficial normalidad, había logrado esconder su adicción a la cocaína y al alcohol. Finalmente sobreviene el colapso. Juan ingresa en la prestigiosa Clínica Capistrano de Palma de Mallorca. A lo largo de 376 páginas, “Tu cocaína y la mía” relata con insospechada meticulosidad el día a día de su tratamiento de desintoxicación y recuperación. Juan no tarda en percibir que su trastorno adictivo es solo la punta de un iceberg. Su estancia en la Clínica se convierte en su viaje hacia la verdad de sí mismo que siempre se ocultó debajo

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#10 / Fragmento del Capítulo VI Parte II

Mercedes acababa de poner, con un grito, el límite del paseo a Juan, justo en la mitad de la playa, donde un recodo hubiera servido para que ella le perdiera de vista desde su posición si él lo cruzaba. Juan obedeció y dio la vuelta para dirigirse de nuevo al extremo este. Así completó tres o cuatro recorridos por la orilla haciendo lo que se había dicho a sí mismo que iba a hacer, pasear en solitario por la playa, pero, a diferencia de su plan, no ocurrió nada, salvo que Andrew, de repente, salió corriendo de la cubierta y, rodeado de la lluvia, se lanzó hacia el mar como un poseso, saltando con sus largas piernas por encima de las primeras olas hasta que, de un gran brinco, se arrojó al agua, surgiendo al poco con las bermudas medio caídas y con su aspecto de niño grande empapado. Todos corearon el atrevimiento del alemán y él, lejos de volver, se adentró aún más en el agua. Juan se dirigió entonces donde se encontraba el grupo. Llovía con más fuerza aún y el mar parecía más agitado. Desde su nueva posición, Juan sintió que Andrew estaba cruzando el límite

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#12 / Fragmento del Capítulo VIII Parte II

Al acabar la sesión de ejercicios, todos los pacientes se dis­persaron y en la terraza solo quedaron Jesús, Ernesto y Juan a los pies de las escaleras de acceso al salón. Al poco, tras la puerta, apareció la figura de un joven menudo, muy menudo, de unos veinte años, delgado como un flamenco, pero de talla escasa. Vestía aseado y llamativamente pijo. Venía solo y, al llegar al comienzo de las escaleras de la terraza, se detuvo y encendió, nervioso, un cigarrillo. Su cara estaba chupada y extremadamente seria y su pelo corto bien peinado. Sus dedos sujetaban el cigarro haciéndolo bailar al transmitirle un ligero temblor que se hacía más perceptible, amplificándose hacia el extremo del cigarrillo.

—¿Quién es este pajarillo? —le preguntó Juan a Jesús en voz baja.

—Ni puta idea.

—¿Eres nuevo, no? —preguntó Jesús, acercándose al mu­chacho—. ¿Has subido solo?

—Mis padres están con el director. Yo he venido a fumar, pero no me voy a quedar. Me llamo Jordi.

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#11 / Fragmento del Capítulo VI Parte II

Por el pasillo venían ahora Ernesto y, justo detrás, Marta que, sin duda, se habían encontrado en la confluencia de las escaleras. Juan observó que la psicóloga repetía la posición encogida del día anterior y sus brazos cruzados sobre su pecho parecían cubrir la necesidad de mitigar algún tipo de dolor interno. Por el contrario, Ernesto vestía una media sonrisa y un caminar distendido.

–Buenos días a todos –dijo Marta–. A partir de mañana prefiero que me esperéis abajo, en recepción.

La psicóloga no quiso explicar las razones de su petición. Abrió la puerta del despacho y accedió al interior. Los tres pacientes la siguieron. Ernesto y Juan repitieron asiento. Philippe se sentó a la derecha de Juan. Cuando todos se hubieron acomodado, de nuevo reinó el silencio mientras la psicóloga revisaba el informe diario en el ordenador.

–Bien, ¿quién quiere empezar? ¿Quizás tú, Philippe? Quiero agradecerte que por fin te hayas decidido a estar con nosotros esta mañana.
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#10 / Fragmento del Capítulo VI Parte II

Mercedes acababa de poner, con un grito, el límite del paseo a Juan, justo en la mitad de la playa, donde un recodo hubiera servido para que ella le perdiera de vista desde su posición si él lo cruzaba. Juan obedeció y dio la vuelta para dirigirse de nuevo al extremo este. Así completó tres o cuatro recorridos por la orilla haciendo lo que se había dicho a sí mismo que iba a hacer, pasear en solitario por la playa, pero, a diferencia de su plan, no ocurrió nada, salvo que Andrew, de repente, salió corriendo de la cubierta y, rodeado de la lluvia, se lanzó hacia el mar como un poseso, saltando con sus largas piernas por encima de las primeras olas hasta que, de un gran brinco, se arrojó al agua, surgiendo al poco con las bermudas medio caídas y con su aspecto de niño grande empapado. Todos corearon el atrevimiento del… leer más

#09 / Fragmento del Capítulo III Parte II

–Bien, Juan, me alegro de que participes. Todos podemos dar nuestra opinión sobre lo que los demás cuentan de sus vidas, pero hay otra parte que es tan terapéutica o más que eso, y es hablar de uno mismo.

Por un momento Juan dudó sobre cómo contestar. Él hubiera preferido seguir argumentando sobre el caso de Natalia.

–Bueno, no sé. Ayer ya conté más o menos cual es mi situación y por qué he venido aquí. No voy a repetirme…

–No hablo de que nos cuentes tu situación, Juan. Se trata de que contestes a la pregunta de quién eres tú –insistió el Dr. Vázquez.

–¿Quién soy yo? Bueno, no es una pregunta fácil. Yo creo que soy una persona más o menos normal, con mis virtudes y con mis defectos…

Juan empezó a improvisar tratando de comenzar con aparente humildad, pero sintiendo ya la presión de la necesidad de elaborar un buen discurso.

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#08 / Fragmento del Capítulo IX, Parte II

–Quizás nunca estés seguro, Juan. Quizás no se trate de eso –respondió Mailena, pareciendo estar, de nuevo, un nivel por encima de su compañero.

–¿Entonces de qué se trata?

–Se trata de cambiar profundamente en tu interior, pero, para poder cambiar, primero tienes que conocerte a la perfección, conocer tu verdad y tu mentira, y eso es lo más difícil, sobre todo porque no se hace con la cabeza, se hace con el corazón.

La joven ahora se había girado hacia el mar apoyando sus manos sobre la barandilla. Juan hizo lo mismo, acercándose hasta sentir su brazo pegado al de ella.

–Gracias, Mailena.

–¿Gracias por qué?

–Por decidir estar aquí, a mi lado.

Juan movió su cabeza ligeramente hasta que su boca encontró la mejilla de la muchacha. Durante bastante más tiempo que en un simple beso, Juan se permitió sentir a través de sus labios la suavidad de aquella piel tibia. Mientras, Mailena siguió contemplando el horizonte sin necesidad de moverse hasta que él se separó despacio.

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#07 / Fragmento del Capítulo I, Parte II

Transcurrieron varios minutos hasta que, por fin, se sintió movimiento en el interior y la puerta de cristal se desplazó automáticamente, haciendo sonar el mecanismo que la arrastraba. Entonces apareció tras ella una mujer de mediana edad vestida de enfermera, que se apresuró a abrir la negra reja metálica exterior. Al sentir el movimiento, Juan se cogió del brazo de Maite.

– Buenas tardes. Veo que han llegado bien. Les están esperando para el ingreso – la mujer les instó a pasar al interior con una voz nada dulce.

– Bueno, en realidad, primero tenemos que ver cómo es todo. No hemos decidido nada todavía. Hay que ver primero – se defendió Juan nervioso ante la aparente inminencia de su ingreso, que le hizo sentirse muy incómodo.

– Claro, Juan. A eso hemos venido, a conocer este sitio, antes de decidir nada – dijo Maite, conciliadora, tratando de tranquilizarle.

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#06 / "Tu Cocaína y la mía" - Fragmento del Capítulo I, Parte I

Tras dos días sin interrupción, ahora eran las once de la mañana del jueves 27 de octubre del 2011 en aquella habitación de hotel a las afueras del pueblo, el hotel más próximo al prostíbulo donde Juan acostumbraba a iniciar el ritual de sus aquelarres. También esta vez, Juan se había hecho acom­pañar por Carla. Así se hacía llamar la prostituta rumana de 25 años, veinte menos que él, de aspecto atractivo y normal, pero solo de lejos.

Después de varios meses frecuentándose, entre ellos se ha­bía creado la imprescindible complicidad para que ya no fuera necesario ni siquiera mencionar lo que iba a ocurrir; única forma cómoda de realizar peligrosas locuras en compañía, sin hablar, simplemente ocurría. Lo que no era necesario expli­citar incluía que ella debía siempre proveer la droga para la ocasión. En la… leer más

#05 / Presentación de "Tu Cocaína y la mía" en el centro ITAD, con Eduardo Brik

Este vídeo recoge íntegramente la presentación de "Tu Cocaína y la mía" en el centro terapéutico ITAD, donde Justo Fernández, su autor, completó su proceso de tratamiento y recuperación. La introducción de la presentación corre a cargo de su Director, Dr, Eduardo Brik.

El vídeo está posicionado para comenzar en el coloquio, donde Justo contesta a algunas preguntas de los asistentes.

Gracias por vuestra ayuda y difusión.

#04 / Jóvenes y consumo de cannabis

Fuente:

**Observatorio Español de las drogas y las toxicomanías.

Informe 2015 - Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España

Ministerio de Sanidad**

Cannabis

El cannabis es la droga ilegal más consumida por los jóvenes. En 2012 el 34% había consumido cannabis alguna vez en la vida, el 27% en el último año y el 16% en el último mes. El consumo diario, sigue siendo elevado y se sitúa en el 3% (4% en chicos y 1,5% en chicas).

En 2012 se frena la tendencia descendente iniciada en 2004 y, a pesar de la estabilización en el consumo de cannabis se aprecia una tendencia ascendente del consumo problemático/de riesgo entre los jóvenes que consumen cannabis.

Se estima que 83.208 personas de 14 a 18 años hacen un consumo problemático/de riesgo, lo que representa el 4% de la población en este rango de edad y el 17% de los que han consumido en el último añoleer más

#03 / Querido lector ... (Nota del autor)

Querido lector,

esta historia es ficción, si bien está basada en la experiencia de mi ingreso en la Clínica Capistrano para el tratamiento de mi adicción al alcohol y a la cocaína. Fueron tres meses de internamiento de una intensidad humana que he creído merecedora de compartir a través de esta novela.

Los personajes que aparecen en este relato (pacientes, terapeutas, amigos, familiares …) son también ficticios, aunque se nutren también de las vivencias compartidas conmigo por personas reales. Sin embargo, en el caso de mis compañeros pacientes, a los que guardo en mi corazón un reverencial amor y respeto, mi mayor motivación ha sido preservar su intimidad. En todos los casos he modificado sus perfiles biográficos y personales, así como la cronología de los hechos. De ninguna manera se puede vincular ninguno de los personajes descritos a ninguna de las personas que conmigo coincidieron a lo largo de mi estancia en el centro.

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#02 / La vía muerta (sobre jóvenes y consumo de alcohol y drogas)

La locomotora de la Vida avanza poderosa cruzando los paisajes de la experiencia. Un territorio inexplorado se presenta siempre ante el Ser, que abrirá una nueva ruta vital desplegando su propio “camino de hierro” sobre las traviesas de cada vivencia asimilada. En la caldera interior se procesan las emociones sentidas en cada episodio vivido, digiriendo e integrando cada pulsión de ese sentir: tristeza, alegría, miedo, ira, sorpresa, asco … amor, felicidad …

No importa el nombre ni el color de las emociones, ellas son la energía de una locomotora que tira implacable en un anhelo perpetuo (“motion”) por moverse hacia el encuentro de la Vida. Eso es crecer, eso es madurar, eso es crear.

Cada emoción tiene su sentido en el crecimiento interior; el dolor tiene que doler, la pasión tiene que apasionar, la alegría tiene que alegrar, la tristeza tiene que entristecer …. Para eso están, para ser transformadas en sabiduría experiencial. Es un mágico proceso alquímico de transmutación.

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#01 / Querido papá, querida mamá ...

Querida mamá, querido papá:

El consumo de alcohol está absolutamente normalizado en nuestra sociedad. No se trata ahora de juzgar si beber es bueno, malo o regular. Simplemente conviene recordar que para alcanzar esa normalidad, nuestros hijos, igual que hicimos nosotros, han de pasar por algunas duras pruebas de adaptación de sus cuerpos, sus corazones y sus espíritus a la toxicidad de esta sustancia supuestamente normal.

Quizás sea el momento de empezar a decir a nuestros hijos la verdad:

hijo, hija, aunque la mayoría de la gente lo haga, beber no es obligatorio. No hay nada relevante para la vida detrás del consumo de alcohol. No te pierdes gran cosa. No te tienes por qué doblegar ni adaptarte a la supuesta normalidad. No te tienes por qué torturar.

Tus padres quizás no pudimos, pero tú si puedes elegir. Se rebelde, tú puedes actuar desde tu hermosa Libertad.

¡ Rompamos el hechizo !

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