Crónicas de Restauración - Reinded (Libro I)

Las Crónicas de Restauración se pasa en un continente ficticio, Orbyan. En este primer libro, la historia del pequeño pueblo (Menas) que migra a una tierra distante en busca de una mejor vida. A pesar de ser del género fantástico, con criaturas terribles que ponen en riesgo la vida humana, la historia se desarrolla sobre todo en el cuotidiano de la gente, de modo simple. La familia, la amistad, el honor son temas centrales de la trama. Todavía no he escrito la serie completa, el segundo libro ya va por la mitad...

Sobre las recompensas

El título de las recompensas tiene que ver con el título de este primer libro (en el libro se cuenta qué es Reinded, pero aquí mantendré el secreto 😉) . Creo que entre la revisión y publicación 3 semanas son necesarias más otras 2 a que los libros estén conmigo aquí en Budapest. Así que unos 2 meses serán necesarios para que podáis disfrutar de la lectura. 😉

Sobre mí y el proyecto

He escrito ese libro de literatura fantástica cuando aún vivía en Granada, como misionera. Hoy sigo con mi misión en Budapest, pero no quiero que esta historia se pierda... Una gran amiga me ayudó con la revisión mientras lo escribía pero quiero también la opinión de un profesional. La publicación se dará con la editorial Círculo Rojo (100 ejemplares). Con el apoyo de las mecenas podré solicitar la revisión e impresión de los libros, y por supuesto, regalarlo con mucho gusto a los que contribuyeron para realizar este sueño que tengo desde niña de publicar un libro.

Pequeño fragmento del libro

Y siguieron por el valle. La temperatura agradable y la naturaleza de alrededor les daban la certeza de que pronto estarían en su tierra prometida. Pasaron ahí una agradable noche. Al día siguiente, tras unas horas de camino, se toparon con una gran muralla de pinos y cipreses. Parecía proteger algo, y de hecho lo hacía. Pensaron que ya no podrían seguir. Estaban cansados, pero el espíritu de aventura y la esperanza de una nueva tierra, hizo que no se detuvieran. Kardins miró aquella muralla con una mezcla de asombro y alegría. Sentía que era necesario cruzarla.
— ¿Qué haremos maestro? — preguntó Gádanis con asombro.
— Me parece que no podemos seguir, está muy oscuro. — comentó Ordiniz.

Kardins se adelantó un poco y bajando de su montura les mandó esperar.
— ¿Estás loco? No vas a seguir solo. — dijo Gádanis.
— No te preocupes. Esperadme, vuelvo antes de que recites “El caballero.”
— Seguro que sí. Nunca he memorizado esta rima tonta.
— No es tonta. — dijo Ordiniz dándole un golpe. — Mi padre la escribió hace muchos años.

Cuando decían padre o madre, muchas veces se referían a un antepasado, y la familia de Ordiniz era conocida por sus rimas e historias.
— No dije que tu padre fuera tonto, sólo la rima.
— Podéis seguir con la discusión, volveré pronto. — dijo Kardins adelantándose en cuanto los dos empezaron a contar hazañas de sus antepasados.

Kardins siguió muralla adentro perdiéndose de vista en segundos. De repente oyeron un grito de Kardins que asustó a los pájaros y hasta a los caballos. Gádanis y Ordiniz también se asustaron y se prepararon para cruzar cuando Kardins salió gritando.
— ¡Llegamos!

V — El descubrimiento de Kog

Kardins salió corriendo de entre los pinos gritando cómo un niño.
— Llegamos, ¡es aquí! — Venid. Kardins subió nuevamente a su caballo y se adelantó por entre los árboles.

Gádanis y Ordiniz todavía no se atrevían a seguir a Kardins.
— ¿Qué esperáis? ¡Tenemos que volver hoy con esta noticia! ¡Venid!

Kardins avanzó eufórico delante de ellos.
— No se ve nada. — dijo Ordiniz a medida que entraban.
— Realmente ¿quieres que nos metamos ahí? — preguntó Gádanis
— ¡Sí! ¡Confiad en mí! ¡Estoy con vosotros!

Ellos asintieron con la cabeza, respiraron hondo y le siguieron.
— Es que no veo nada. — insistió Ordiniz.
— No está tan oscuro, vamos.
— Ay, ay... Esto ¿qué es? — Ordiniz sentía algo picándole, pero como no veía bien, siguió adelante.
— Ya llegaremos. ¿No veis que los caballos siguen tranquilos? No hay motivo para tener miedo.

Ordiniz y Gádanis seguían casi a ciegas y con cierto temor. Después de unos minutos ya entraba más luz.
— Finalmente luz. — dijo Gádanis aliviado — ¿Qué es esto en tu hombro? — Preguntó a Ordiniz señalando un bicho parecido a una araña que estaba a punto de atacarle.
— ¡Socorro! — gritó Ordiniz— ¡Quítamelo, quítamelo! Ordiniz se movió como un loco y gritó tanto que asustó al animalillo.
— Perdona, creo que tendremos unos huéspedes inesperados. — dijo Kardins.

Gádanis se partía de la risa mientras Ordiniz se calmaba y Kardins seguía adelante.
— No tiene gracia. — dijo Ordiniz seriamente a Gádanis.
— ¿Cómo qué no? Sí que la tiene y ¡mucha!
— Bueno, entonces ese que sube por tu pierna no te molestará. — dijo Ordiniz con ironía.
— Ah estás de brom… — Cuando Gádanis se dio cuenta de que realmente uno aún más grande subía por su pierna, golpeó a su caballo que salió disparado y se adelantó a Kardins. — ¡Ah! — gritaba mientras intentaba matar al bicho sacando una de sus flechas.

Ordiniz se reía y junto a Kardins cabalgó para alcanzarle. Segundos después se toparon con lo que había encantado a Kardins.
— Como os dije. ¡Llegamos!

Subiré periódicamente recortes del libro en Facebook 😉

Dejo también un [PDF]con los primeros capítulos (aún sin revisión profesional)

www.facebook.com/cronicasderestauracion