Dice el periodista Julio Villanueva Chang que "para un cronista el mundo es una vitrina de valiosos desperdicios"; y que su trabajo consiste en "escarbar en él hasta tener la suerte de encontrar dos cosas a las que en apariencia nada une". Asegura además que el buen cronista es el que enciende la luz, el que cuenta no sólo lo que sucede, sino también lo que parece que no sucede. Yo añadiría que es a su vez aquel capaz de encontrar y escribir esas historias que, como el buen vino, permanecen luego durante mucho tiempo en el paladar de la memoria. Y considero que el formato perfecto para dar cobijo a este tipo de relatos de largo aliento —por su extensión y porque las herramientas narrativas utilizadas son las mismas que las empleadas en la literatura— es el libro.

Gracias a la colaboración de todos vosotros, Los mercaderes del Che y otras crónicas a ras del suelo podría convertirse pronto justamente en eso: en un libro. En una obra con trece historias reales, hechos insólitos y decenas de personajes interesantes, como un rey negro que vive humildemente en un pueblo de Bolivia, un anarquista español que estuvo preso buena parte de la Segunda Guerra Mundial en un campo de concentración nazi y que después emigró a América Latina para iniciar una nueva vida alejado de la "civilización" o unos reos que se vieron obligados a custodiar su propia cárcel. Estos trece textos, que presentaré más adelante, tienen además una cosa en común: son locales pero con ingredientes que los vuelven universales. Es decir, hablan del poder, del paso del tiempo, de narcotráfico, de supervivencia, de temás, en definitiva, que resultan atractivos para la mayoría de los lectores, sin que importe mucho el lugar del planeta en el que se encuentren.

Las trece crónicas

Para que se hagan una pequeña idea de las historias reales que aparecerán en el libro, aquí tienen un guiño:

1. Los custodios de Lennon - Son jubilados cubanos que cumplen la que podría ser su última misión revolucionaria: resguardan los lentes de una estatua que homenajea al músico británico en La Habana

2. Los mercaderes del Che - Antes de morir, Ernesto Guevara dejó en La Higuera varios testigos de su pasión y agonía. Una mujer le sirvió café. Un campesino habló con él y sus compañeros. Y hay también quien asegura que le prestó una silla para que descansase. Luego, en Vallegrande, una enfermera lavó su cadáver y un vecino sacó una foto de su torso desnudo en la que dicen que se parece a Jesucristo. Si todo lo relacionado con la imagen del guerrillero puede venderse, ¿es un buen negocio haberlo conocido?

3. Sillerico, el hombre que viste a Evo Morales - Durante décadas ha sido el sastre preferido de los presidentes bolivianos, de los de izquierda y de los de derecha; y ahora es uno de los responsables del llamado "Evo fashion", el estilo impuesto en el Altiplano por el singular gobernante. ¿Cuánto de ideología puede haber en un traje?

4. Tras los pasos de Pablo Escobar - Bienvenidos a uno de los tours más tétricos del planeta. A mano izquierda, la funeraria que recibía cuerpos con más de cien agujeros de cuchillo. A mano derecha, los altares con la foto de quien era conocido como el más capo de los capos. ¿Puede una ciudad entera convertirse en el parque temático de un narcotraficante después de su muerte?

5. El último rey negro - Julio Pinedo, campesino de los Yungas, fue condecorado como monarca de los afrobolivianos en 1992 y 2007. Sin embargo, parte de la comunidad negra no comulga con la designación. El debate gira ahora en torno a la sucesión y al linaje real.
   
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6. El saxofonista sin saxo - Americo Estévez, "Saxo Man", es un músico callejero incansable y muy peculiar. De su abuelo dicen que tuvo 47 hijos. Su abuela afirma que de niño le hacía ver películas de Van Damme para que aprendiera a defenderse. Y él ahora trata de sacar adelante a su mujer y a sus dos hijos con la ayuda de su talento. ¿Cómo sale adelante un virtuoso al que le han robado su instrumento?

7. Las exageraciones de don Jacinto - Las historias desorbitadas de este cruceño que murió en 1979 todavía circulan de pueblo en pueblo a orillas del río Mamoré y de sus afluentes. De él dicen que hacía reír hasta a una piedra; y que contaba sus anécdotas y chistes incluso en los velorios.

8. Los abriguitos - Ariel Irusta y Dardo Greco, más conocidos en su entorno como "los abriguitos”, son dos tangueros de La Paz que han hecho de la picaresca un arte. Van a menudo a presentaciones de libros y actos diplomáticos para tener un trago o bocados gratis. Dicen irse gira a Buenos Aires, pero parece ser que se encierran en sus casas para dar esa impresión falsa. Y fueron capaces hasta de entrar a un cocktail en un museo sólo para invitados asegurando ser amigos del artista. El artista era Goya.

9. Memorias del rey del Quiquibey - Tras cinco años preso en uno de los peores campos de exterminio nazi, Mauthausen, el anarquista español Antonio García Barón decidió rehacer su vida en la Amazonía de Bolivia, donde su primer trabajo fue como contador de relámpagos. Allí fundó simbólicamente su propia república: la República Independiente del Río Quiquibey.

10. Los héroes del penal de San Roque - ¿Qué quiere un preso? Fugarse, por supuesto. Hay escapes espectaculares como el de cuatro frentistas que en 1996 escaparon de una cárcel de Santiago de Chile desde un canasto que colgaba de un helicóptero. Otros buscan la libertad a punta de bala, como los ochenta y nueve presidiarios que huyeron de la prisión brasileña de Bauru en 2001. Pero lo que nadie espera es que los reos se queden en una cárcel con las puertas abiertas y sin guardias. Eso fue justamente lo que hicieron sesenta presos del reclusorio boliviano de Sucre en 2007. Y no sólo dijeron adiós a una nueva vida más allá de las rejas, Además, defendieron el lugar de una turba de personas que quería saquearlo.

11. El secuestro más extraño del fútbol - Cosmos 79 es un barrio que pasaría desapercibido si no fuera porque su cancha, a 4.080 metros, es una de las más altas del planeta. Si no fuera porque los vecinos encerraron allí a su propio equipo, bajo candado. ¿Qué ocurre cuando el simple hecho de patear una pelota se convierte en un ejercicio de supervivencia?

12. El club de la pelea - Cada 4 de mayo decenas de campesinos se reúnen en la pequeña localidad boliviana de Macha para pelear en combates cuerpo a cuerpo. La sangre emanada es la ofrenda a la Pachamama (Madre Tierra) para que las cosechas de todo el año sean generosas. Y siempre hay algún muerto.

13. Las calaveritas investigadoras y otras historias policiales del más allá en el más acá - Juanito y Juanita son dos cráneos que solucionan homicidios en la ciudad de El Alto sin salir siquiera de su oficina. En el penal de San Pedro los yatiris (brujos) hacen mesas rituales en contra de la retardación de justicia. En la Policía, la Virgen de Copacabana tiene grado de generala. Y el Capitán Jordán es un antiguo oficial al que ahora adoran tanto oficiales como criminales. Descubra un mundo fascinante en el que la realidad a menudo se difumina.

¿Por qué crowdfunding?

En Bolivia, el periodismo narrativo está aún en pañales y se reduce al esfuerzo individual de algunos periodistas. También, de algunas editoriales como El Cuervo, que hace poco inauguró su colección de no ficción con la obra Bolivia a toda costa. El Cuervo es una editorial boliviana nueva con pocos recursos, pero que pone un gran empeño en cada título que saca. Su director, Fernando Barrientos, no hace ascos a tomar riesgos de vez en cuando (algo poco habitual en estos días) y cuida muchísimo el diseño de portadas y el contenido. Por eso, decidí publicar con él Los mercaderes del Che y otras crónicas a ras del suelo. Pero antes de que este libro se convierta en un objeto "vivo" debemos conseguir una parte del dinero necesario para cubrir los gastos de impresión.

Lo que pedimos son 1.200 euros que se destinarán al pago de la imprenta y al envío de las recompensas (hay que tener en cuenta que se hará de Bolivia a otros países). Con la ayuda de ese monto se imprimirán 500 ejemplares del libro, que tendrá alrededor de 250 páginas, un tamaño de 13x21 centímetros y papel sábana de 75 gramos. Después de la impresión, la obra se distribuirá en las principales librerías de este país y se difundirá además en varias universidades de periodismo, donde dejaremos algunos ejemplares para que puedan consultarlos los estudiantes.

Las crónicas estarán listas a fines de enero. El libro entraría a imprenta a fines de febrero y estaría en las calles, a más tardar, a fines de marzo. Entonces, se enviarían las recompensas a los mecenas. Y teniendo en cuenta que el correo suele tardar varias semanas calculamos que estarían llegando a su destino entre abril y mayo.

¿Por qué Bolivia?

Para mí es muy importante que este trabajo se publique en Bolivia porque es aquí donde han nacido la mayor parte de estos textos. Considero que es una forma de retribuir al país que tanto me ha dado. Y creo además que contribuirá a sentar las bases para que cada vez aparezcan más libros de no ficción por estos lares.

Un granito de arena no hace mucho, pero sumando muchos nos encontraremos al final ante un océano de realidades. El periodismo del mañana, con futuro, se centrará en las historias largas que ayuden a interpretar el mundo en que vivimos. En las historias impactantes, en las que conmuevan, en las que vayan más allá del dato. Y en las que hablen sobre todo de la gente. Porque, como decía Borges, "la suerte de un hombre resume, en ciertos momentos esenciales, la suerte de todos los hombres".

Alex Ayala los mercaderes del che los mercaderes del Che