Ángel Miranda es el Rey Midas del crowdfunding, todas las campañas que inicia se convierten en oro. Periodista multifacético, se inició en el mundo de micromecenazgo con el cómic Espadas del fin del mundo que ya fue un éxito rotundo. Su siguiente empresa, Blas de Lezo batió todos los récords de un cómic propulsado por mecenas. Lo mismo ha sucedido con su ultimísimo proyecto, la novela Carrión, un canalla sin ventura, de nuevo erigida desde Verkami. Con el respaldo de 2174 mecenas, el objetivo inicial era de 6000 euros. Ha acabado sumando 55.746. "Ya llevo tres campañas por lo que, ciertamente, tengo experiencia en el mundo del crowdfunding. En mi caso, tengo como tres fases o pilares que pueden servir a cualquier proyecto: debe ser original y de calidad, realizar una presentación atractiva y, fundamental, gozar de una buena difusión", descubre. "Hay que saber llegar a los posibles mecenas interesados en tu proyecto. Y eso pasa por aparecer en los medios, trabajarte las redes sociales y el altavoz que puede hacer de la campaña tus contactos y conocidos. Obviamente, cuando ya llevas dos campañas con cierto éxito, todos los ladrillos que has ido poniendo ayudan a que no sea tan difícil terminar la casa cuando te pones con el tercero". Para Ángel, la primera campaña siempre es la más difícil pero luego es muy importante seguir haciendo las cosas bien. "La comunidad está ahí, pero debe ser una comunidad satisfecha. Un crowdfunding plantea muchas promesas que después debes cumplir y en condiciones. No hay mejor carta de presentación para próximos proyectos que unos mecenas contentos". Texto: Oriol Rodríguez

Acabaste tu última campaña hace escasamente unos días. ¿Cómo lo llevas?

Pues voy de bólido. Se me ha juntado todo: el cierre del crowdfunding con el curro. Llevamos el año japones y marzo es un mes de curro brutal.

Más allá de escritor, que ya de por sí es un curro más si lo haces todo a través del micromecenazgo...

¿Cuál es mi curro de día? Trabajo en el departamento de comunicación de una empresa de automoción japonesa.

¿Es fácil combinar ambas facetas?

¡No! Siempre falta tiempo. Durante el día tengo mi trabajo normal, entre comillas, y por la noche es cuando me pongo con mis otras historias. Es una cuestión de tiempo.

Y a todo ello, cuidar de la familia.

De vez en cuando también (ríe). Coordinar todo es complicadísimo. Si lo haces es porque personalmente te reporta una gran satisfacción porque si no, no te metes en tantas historias.

Tener éxito con una campaña de micromecenazgo es genial y te reporta mucha visibilidad, pero detrás de ese éxito hay mucho trabajo e inversión

¿Cuando te preguntan qué eres tú que contestas?

Si nos ceñimos a lo profesional, mi ámbito es la comunicación. A veces deriva hacia la prensa y otras hacia el guión y la faceta de escritor. Soy comunicador y narrador. Porque al final, en un territorio u otro, todo es narrar.

Explicar historias.

Nuestro día a día no deja de ser una historia, pero debes de encontrar la manera de saber contarla y transmitirla. Hacerla atractiva para quien te esté escuchando u escribiendo.

Siempre has querido explicar historias.

Sí. En casa siempre ha habido muchos libros. De hecho, mi madre tenía una librería.

Un sueño para un futuro escritor.

Era el negocio familiar, llevado por ella. Y sí, los libros siempre han estado a mi alrededor. Me gustan muchísimo, pero no solo los libros. También los cómics. Y la narrativa de las películas y los videojuegos.

¿Qué libro fue tu ventana al mundo de la literatura?

No podría quedarme con uno en concreto. Tendría que decir varios que me llamaron la atención al principio, como Alatriste o La Isla del tesoro en novela, Corto Maltés en cómics y Monkey Island en videojuegos. Soy muy polifacético en géneros, tanto como consumidor como creador, pero la aventura siempre me ha llamado mucho la atención.

Y la pulsión por escribir, cuándo apareció.

Recuerdo que en el colegio nos ponían como deberes escribir una redacción y yo siempre me quedaba hasta muy tarde cuidando que fuera un relato lo más atractivo a mi entender.

Ahora me dirás que ganaste el concurso de redacción de Coca-cola.

No, el de la Coca-cola no (ríe). En la Universidad sí que gané alguno. Recuerdo especialmente el que se organizó en colaboración con la edición local del diario El Mundo. Se debía hacer un relato basado en El Quijote. Yo hice una adaptación moderna del clásico. Me llevé el gato al agua.

Citas a Alatriste como influencia y su huella es innegable en tu Carrión.

Reverte nos abrió las puertas a toda una generación a un pasado de España que no se nos explicó en el colegio y que cuando lo descubrimos pudimos ver que era superinteresante. Un pasado fascinante de viajes y aventuras a nivel narrativo.

Nuestro día a día no deja de ser una historia, pero debes de encontrar la manera de saber contarla y transmitirla

En Verkami has hecho tres campañas, la primera, la del cómic Espadas del fin del mundo. Pero no es tu primera experiencia editorial.

Casi a la par que ese primer Verkami, publiqué un libro de viajes explicando mi experiencia tras tres meses embarcado por Estados Unidos en una réplica de galeón.

¡¿Cómo!? Eres como un actor del método o un periodista gonzo que quiere vivir en primera persona lo que narra.

Es justamente eso, periodismo gonzo, pero como tripulante de una réplica de un galeón. Andaba investigando sobre Juan Pablo de Carrión (el veterano marino español que en 1582, en los conocidos como combates de Cagayán, lideró la infantería de marina de los tercios contra los piratas japoneses que atemorizaban las Filipinas), para el cómic Espadas del mundo y descubrí que la Fundación Nao Victoria disponía de réplicas de galeónes antiguos navegando por el mundo.

Y no te lo pensaste dos veces y te embarcaste en uno de ellos.

Los viajes son una de mis pasiones, me lie la manta y me embarqué. Fueron varios meses siguiendo la ruta de Florida a Nueva York.

¿Qué hacías en el barco?

De todo. Y sobre todo, trabajos de limpieza e intendencia: baldear la cubierta, guardias nocturnas, subir arribar a desatar tomadores para librar velas. Y cuando estábamos en puerto, hacíamos de guías turísticos de las personas que venían a visitar el barco. Y junto a todo esto, escribía noticias para las redes de la Fundación con historias de los puertos a los que llegábamos.

¿Cómo llegas al personaje de Juan Pablo de Carrión?

No tengo claro el momento exacto en el que lo descubrí, pero sí sé que fue por los combates de Cagayán, que es su momento más popular y conocido y el que relato en Espadas del fin del mundo. Un momento muy llamativo por ser soldados de los tercios luchando contra piratas japoneses de la época de los samuráis. Unos soldados capitaneados por Carrión de... ¡69 años! Me chocó que nadie antes hubiera escrito sobre ello.

Y como nadie lo había hecho, lo hiciste tú.

Empecé con el cómic aunque casi de forma paralela también con la novela. Tuve claro muy rápido que ahí había una historia muy chula y empece a investigar en el personaje descubriendo que no solo fueron los combates de Cagayan con 69 años, sino que toda su vida estuvo plagada de capítulos fascinantes.

¿Cuándo entra en acción Verkami?

Cuando decidí que quería empezar a explicar la vida de Carrión a través de un cómic que explicara los combates de Cagayán, puse en marcha varios frentes. El primero y más importante, la búsqueda de un dibujante.

Juan Aguilera Galán.

Exacto. Y cuando di con él, empecé a buscar la mejor manera para materializar el proyecto. Como periodista vinculado al mundo de la cultura, era plenamente consciente que era muy difícil que una editorial apostara por un escritor novel. La opción B era la autoedición.

El crowdfunding.

Vi que era una muy buena opción, ya que me permitía llevar personalmente la gestión directa del proyecto. Investigando diferentes plataformas, llegué a la conclusión de que Verkami era la que más me gustaba.

Verkami es una plataforma especialmente sensibilizada con iniciativas culturales

¿Por?

Verkami, por una parte, te permite mantener la autonomía del proyecto, pero al mismo tiempo te asesora y da un respaldo muy profesional. Una plataforma, además, especialmente sensibilizada con iniciativas culturales.

Tu primera campaña, la del cómic Espadas del fin del mundo, ya fue un éxito absoluto.

Tal vez por defecto profesional, soy alguien que cuando se propone hacer algo, lo intenta hacer lo mejor posible. Me gusta investigar cómo lo ha hecho otra gente. Me marco un calendario de pasos. Pido consejos... Convergieron una historia apasionante con una buena planificación y el resultado es que funcionó muy bien.

El crowdfunding no es la panacea.

Cualquiera que vea las cifras que he movido con mis proyectos sin saber las interioridades del micromecenazgo puede pensar que me he forrado.

Y no.

Y no (ríe). Todo incluye muchos gastos. A ello súmale las horas y horas y horas de trabajo que debes dedicarle. Valoro como pocos el trabajo editorial porque precisamente con el crowdfunding me ha tocado hacer muchas de esas tareas de logística profesional, de búsqueda de recursos financieros y de comunicación. Para nada estoy en contra de las editoriales convencionales. De hecho, no descarto trabajar en el futuro con editoriales. Tener éxito con una campaña de micromecenazgo es genial y te reporta mucha visibilidad, pero detrás de ese éxito hay mucho trabajo e inversión.

Siendo el rey del micromecenazgo, el hombre de todos los récords, seguro que debes haber tenido ya ofertas de editoriales.

Sí. He hablado con algunas de ellas y en muy buenos términos. Pero por ahora no tengo nada cerrado No me importaría sacar algún proyecto con editorial según cuándo, cuánto y cómo. Una editorial de nivel, por mucho éxito que haya tenido con el crowdfunding llega a lugares a los que a mí me costaría mucho acceder. Pero es que ambos universos son compatibles: puedes editar a través de crowdfuning algunos proyectos y con editorial otros e incluso plantear aventuras intermedias.

¿Habrá más entregas de las aventuras de Carrión?

¡Sí! Mi idea es hacer una trilogía. Los lectores cero que han leído esta primera entrega, ya me han pedido la continuación. Tengo una estructura ya en mi cabeza, pero aún no me he puesto a escribir. Ahora estoy con la producción y logística de la primera parte y hasta que no acabe no me podré poner con la segunda.

¿Y habrá más novelas sobre otros personajes?

Hay muchos personajes fascinantes sobre los que escribir. Tenemos a varios personajes para convertirlos, sobre todo, en cómics. Pero en novela, por ahora, me centraré en Carrión. Hay una figura, sin embargo, que ya aparece en esta primera novela que merece ser protagonista por méritos propios: Andrés de Urdaneta.

Merece un spin-off.

No lo descarto. Hay un momento en el que su camino se separa del de Carrión y lo que hace él por su cuenta también tiene mucho interés.

Has tenido propuestas de editoriales... ¿Pero de productoras audiovisuales ha llegado alguna oferta? No es difícil imaginar a Carrión siendo prota de una peli o de una serie,

Sí, se han interesado un par de productoras y una de ellas muy seriamente por la historia que explico en el cómic Espadas del fin del mundo. Con Ramón Vega, el historiador que me ha asesorado en los cómics y la novela, y los dibujantes, hemos encontrado una fórmula un tanto diferente dentro del campo de la narrativa histórica que combina rigor con espectacularidad y acción. En este género suele pasar que los autores o se pasan el rigor por el forro o son tan academicistas que no consigues conectar con la historia. Yo he intentado combinar ambas facetas, rigor y una narrativa atractiva. Creo que eso es lo que ha gustado a las productoras.

¿Qué actor te gustaría que interpretara a Carrión?

A lo mejor Antonio Banderas debería volver a sus orígenes en el cine de acción y dar vida a Carrión y convertirlo en un personaje internacionalmente popular.

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Campaña en Verkami - Carrión

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