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Una revista libre surgida entre los muros de la prisión

el 21 Abril 2021 en Historias Verkami

Dice Pilar Almenar que todas las personas tenemos una voz. "Desde el periodismo tenemos esa expresión tan desafortunada de dar voz. Pero la voz ni se da ni se reparte. Lo que se da y se reparte es el espacio", apunta. "Y se tiene que repartir bien, sin dejar fuera de ese espacio comunicativo esas voces a las que no escucha nadie". Una opinión que apuntala su compañera Rus Martínez."Las prisiones, además, son un espacio muy complejo en el que visibilizar voces. Las de las presas y presos son voces que tendemos a apartar. De hechos, por ubicación, las cárceles ya son espacios apartados de la sociedad". Ambas, Pilar y Rus, son parte del equipo que ha ayudado a materializar Impresas, la revista hecha por las reclusas de la prisión de Picassent (Valencia). Una publicación cuyo segundo número ha sido propulsado a través de Verkami. Texto: Oriol Rodríguez / Fotografía: Estrella Jover.

Una revista, Impresas, hecha por las reclusas de la cárcel de Picassent. En lo estrictamente social (y desde la opinión subjetiva) una de los proyectos más interesantes que recuerdo en Verkami.

Pilar Almenar: Soy periodista y hacía tiempo que me rondaba por la cabeza la idea de poner en marcha un proyecto que sirviera para la reinserción social y el empoderamiento de diversos colectivos. Llevaba tiempo trabajando en el periodismo social y había percibido que cuando le das voz a alguien a quien normalmente no se le escucha, se produce un efecto empoderador. Se les ilumina la cara cuando se dan cuenta de que alguien les considera de tú a tú y les da trata de cabezas pensantes. Una idea, sin embargo, que no sabía en qué colectivo aplicar.

Hasta que diste con el de las presas.

Pilar Almenar: Fue al descubrir Àmbit, la asociación que nos da soporte. Una entidad que lleva 25 años trabajando con personas reclusas. A través de ellos descubrí que las mujeres representan un 8% del total de la comunidad reclusa en España, con la escasez de recursos que ello conlleva. Una vez tuve la idea, llamé a una lista de mujeres a las que admiro y con las que tenía ganas de trabajar: Laura Bellver, Estrella Jover…

Tiraste de agenda, como se suele decir.

Pilar Almenar: Así es. Ahora el equipo ha cambiado. Somos un total de seis mujeres, tres procedentes del ámbito cultural y tres especialistas en temas sociales. Entre ellas Rus (Martínez), que es psicóloga.

¿Fue fácil ponerlo en marcha?

Pilar Almenar: Estuvimos un año construyendo el proyecto y evaluando con antiguas reclusas su viabilidad. Testear si a ellas, que eran las que tenían que hacer la revista, les parecía algo interesante.

¿Cómo os recibieron las autoridades penitenciarias?

Pilar Almenar: Entrar a trabajar en una prisión es complejo. Son espacios de seguridad en los que viven personas privadas de libertad, de movimiento y comunicación. Solo puedes acceder a trabajar en ellas a través de una entidad que ya lo esté haciendo. Nosotros lo hicimos a través de Àmbit. Nos reunimos con la dirección de la prisión y les expusimos el proyecto. Su respuesta fue de gran empatía. Fue muy sencillo empezar a trabajar. No nos podemos quejar. Es un proyecto, eso si, autofinanciado, lo que no les reporta ningún gasto extraordinario.

"Cuando le das voz a alguien a quien normalmente no se le escucha, se produce un efecto empoderador"

¿Y las reclusas cómo recibieron el proyecto?

Rus Martínez: Hicimos una presentación en el módulo en el que íbamos a trabajar, aunque tenemos reclusas, a diferencia de muchas otras iniciativas, de diferentes módulos. Fue en el comedor durante la hora del café, un momento sagrado para ellas. Estaba lleno. Expusimos el proyecto y el modelo: una revista de mujeres reclusas para mujeres reclusas. Fue brutal. Estallaron en aplausos. Los dos años que venimos haciendo el taller la acogida ha sido espectacular. Es un lujo trabajar con ellas, más teniendo en cuenta sus condicionantes y circunstancias.

Hay que recalcar que es una revista para ellas pero, sobre todo, hecha por ellas.

Pilar Almenar: Hasta tal punto es así que este pasado año, cuando los talleres se tuvieron que suspender de forma presencial por culpa del confinamiento, nos costó mucho más cerrar el número porque son ellas las que tomas todas las decisiones.

¿Cuántas mujeres han pasado por el taller en estos dos números?

Rus Martínez: En cada una de las dos ediciones han participado del taller 15 mujeres. En ambos números lo han finalizado de manera activa unas seis o siete. No porque se sintieran desmotivadas, sino porque hay reclusas que han recobrado la libertad, otras que han sido cambiadas de módulo, las hay que se han tenido que someter otros talleres de carácter terapéutico…

Es el segundo de los dos números el que habéis impulsado a través de Verkami.

Rus Martínez: Haberlo hecho en plena pandemia ha sido un gran reto. La primera fase es la de creación de contenido. Aquí es cuando ellas escriben y empiezan a trastear con la literatura. Una vez esta parte esta muy avanzada, entran las colaboraciones gráficas. Artistas profesionales que ilustran esos textos.

¿Quiénes son?

Pilar Almenar: Un catálogo de ilustradores y diseñadores que se han prestado a colaborar. Estos ilustradores e ilustradoras envían una carta motivacional a las reclusas exponiendo por qué quieren trabajar con ellas y ellas eligen con quién quieren trabajar. Fue justo en ese momento cuando, por culpa de la pandemia, se paró el taller dejando en el aire un montón de decisiones por tomar.

"Impresas ha pasado de ser un proyecto del que se habla a ser un proyecto con el que se aprende"

¿Cómo lo hicisteis?

Pilar Almenar: No teniendo acceso directo a Internet, a través de cartas manuscritas que ellas nos fueron enviando. Una situación que también provocó que redactaran diversos textos en los que narran cómo se ha vivido en confinamiento en prisión. Todos ellos están publicados en este segundo número.

¿Qué impacto ha tenido la revista dentro y fuera de Picassent?

Rus Martínez: Dentro, el impacto que ha tenido en las reclusas ha sido brutal. En la primera pudimos hacer una presentación en la sala de actos que ellas vivieron como las auténticas protagonistas, que es lo que eran. Fue una experiencia muy empoderadora para ellas. Una llevaba un ejemplar siempre encima. Aún la lleva en el bolso. Y si bajaba al patio se la enseñaba a sus compañeras. La revista generó un cambio de rol, ya no solo eran reclusas, sino seres creativos capaces de hacer una revista.

Pilar Almenar: Fuera de la prisión la recepción también ha sido espectacular. Ha generado muchos impactos en la gente que la lee, por ser un colectivo completamente desconocido. Han alucinado con lo que explican y con la misma calidad de revista. "No parece una revista hecha por reclusas". Y la realidad es que si no se mencionara la palabra prisión nadie lo sospecharía. Ellas hablan de lo que quieren. 108 páginas en blanco para que expliquen lo que deseen. También nos gustaría destacar el nivel académico.

¿Académico?

Pilar Almenar: Nos han empezado a invitar a dar charlas en diferentes universidades. No solo eso, sino que se han escrito cinco o seis trabajos de final de grado o máster hablando sobre Impresas. Impresas ha pasado de ser un proyecto del que se habla a ser un proyecto con el que se aprende. También hemos alucinado con las muestras de apoyo que hemos recibido a partir de realizar la campaña y salir en redes sociales.

¿Y se ha descubierto alguna vocación?

Rus Martínez: Una de las chicas que ha participado en ambos números ha decido retomar los estudios.

Y lo de hacer un Verkami para financiar este segundo número...

Pilar Almenar: Un proyecto puede tener muchas formas de financiación y ninguna desdeñable. El crowdfunding nos permite una independencia imposible de tener con cierto tipo de ayudas. Verkami permite participar del proyecto de una manera ordenada: hay un objetivo muy claro y conciso. Había mucha gente que quería apoyar, pero no sabía cómo. Verkami genera un porqué y un para qué. Te ofrece una estructura a través de la cual puedes canalizar todos esos pequeños apoyos que de otra manera no sabes cómo programar.

¿Cómo vivisteis vosotras la campaña y cómo lo hicieron las reclusas?

Pilar Almenar: Con mucha ilusión. Sabían que íbamos a hacer un Verkami y se apuntaron la dirección: verkami.com para transmitírselo todo a sus familias. El proceso, sin embargo, lo hemos vivido más desde fuera. Sí que les hacía ilusión que se pudiera distribuir y que mucha gente la tuviera en papel. Un proceso, el de la campaña, en el que hemos sufrido mucho, pero también aprendido. La campaña ha generado muchos más impactos de los que pensábamos, pero también mucho más trabajo. Ha sido una montaña rusa de emociones, un día estábamos convencidas de conseguirlo y otro que nos íbamos a estampar.

¿Habrá próximos números y los lanzaréis a través de Verkami?

Pilar Almenar: Habrá más números de la revista, evidentemente. Y tenemos que analizar si serán con crowdfunding. Ahora estamos en proceso de descompresión. Si lo hacemos por crowdfunding sí que tenemos claro que debemos organizarlo y plantearlo de otra manera para optimizar el trabajo. Lanzar un Verkami es un proyecto en sí mismo.

+ Info

Campaña en Verkami - Proyecto Impresas

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