Ellas inventaron el punk

Se la he visto a Kim Gordon, la que fuera bajista de los referenciales Sonic Youth, y a Tracee Ellis Ross, la actriz protagonista de la serie Black-ish. Es una camiseta en la que luce la leyenda “Girls Invented Punk Rock Not England”. Sí, las chicas inventaron el punk rock. En Inglaterra y en nuestro país. Queda totalmente claro tras leer Mujeres Punk: Las pioneras de nuestra escena, libro, impulsado con una campaña de micromecenazgo en Verkami, que rescata y destaca el legado de quince mujeres pioneras en el movimiento punk en España. “Este libro surge de mis inquietudes feministas” apunta Maritxu Alonso, impulsora del proyecto y activista del colectivo Uterzine. “Desde mi adolescencia fui consciente de la necesidad de tener referentes, verme representada y saberme en un espacio cómodo, seguro y legítimo dentro del movimiento punk”.

Texto: Oriol Rodríguez

¿Cómo seleccionasteis las quince protagonistas de Mujeres Punk: Las pioneras de nuestra escena?

La selección ha sido una de las partes más difíciles del proceso porque hay muchísimas mujeres pioneras en el punk y deseábamos hacer justicia histórica a todas ellas. Hemos tenido en cuenta los siguientes factores: la fecha histórica (entendiendo pioneras a aquellas mujeres que estuvieron activas a finales de los setenta, ochentas e incluso noventas en determinadas situaciones), la diversidad geográfica (mostrando diferentes zonas de la geografía del país), la pluralidad de bandas (apareciendo el máximo número de agrupaciones musicales posibles sin repetición), desde la invisibilidad hasta lo visible (reconociendo a las mujeres que permanecen en la sombra de un local, a aquellas que llegaron a dar conciertos o hacer grabaciones siendo mencionadas y también a las que han tenido repercusión mediática), el abanico de roles dentro de la banda (existiendo un equilibrio de mujeres que fueron cantantes, guitarristas, bajistas, teclistas, baterías…) y, sobre todo, el contacto directo con ellas o con sus familias en caso de fallecimiento pues creíamos vital tener su consentimiento así como recuperar su testimonio oral en primera persona.

¿Y quiénes son estas quince protagonistas?

Ha sido un arduo trabajo que ha finalizado reivindicando a estas quince pioneras que desvelamos a continuación en orden alfabético: Alma Gómez (Cocadictos), Ana Curra (Parálisis Permanente), Ángela Saura (OX POW), Coral Alonso (Aerolíneas Federales), Elena Oramas (Chute de Esperma), Gema Cotallo (Cruela de Vil), Lourdes Olangua Besga (OK Corral), Mamen Rodrigo (Vulpes), María García Verdú (Morticia y los Decrépitos), Marieli Arróniz (Cikatriz en la matriz), Pilar Bueno (IV Reich), Plum (La Xeta Pasote), Silvia Escario (Último Resorte), Tere González (Desechables) y Yoli (Liposo+ pa tu jeto).

¿Os fue fácil dar con ellas? ¿Cómo recibieron la propuesta de hacer un libro explicando sus biografías? ¿Accedieron todas a participar?

Este libro es el resultado de muchos años de trabajo e investigación. Resultó muy complicado encontrar a estas mujeres, contactar en persona con ellas y crear lazos que desembocaran en una relación de confianza donde pudieran compartir su historia cómoda y libremente. La reacción general cuando les comentábamos que queríamos que aparecieran en un libro era responder que ellas no habían hecho nada relevante que deba ser escrito. Era cuando les explicábamos que nosotras crecimos y somos punks gracias a ellas, y que si podemos tocar, subirnos a un escenario o hacer el sonido a una banda en vez de estar en casa o en la cocina, es gracias a ellas... Entonces se quedan pensativas. Una parte muy importante de este libro es que ellas sean conscientes de la importancia histórica, feminista y generacional que sus vidas y trayectorias han tenido, y sobre todo, agradecérselo. Otra, hacerle ver al mundo y a la escena musical que sin las mujeres ni la historia que conocemos del punk ni la que ha quedado oculta e invisible habrían sido realidad.

¿Podríamos decir que son mujeres doblemente olvidadas por su condición de mujer y de punks?

Los feminismos nos han permitido reflexionar acerca de las interseccionalidades que atraviesan nuestras existencias. Ser punk en los orígenes consistió en llevar a cabo una reflexión activa desde, por y para los márgenes de la sociedad, mientras que ser leída como mujer comprendía además una marginalización involuntaria. Sí, la invisibilización fue y es definitivamente doble cuando se trata de mujeres punks. Y podríamos seguir restando privilegios en el caso de aquellas que sumaban otras disidencias como ser gitana, lesbiana, anarquista…

“El punk que tenemos en nuestro imaginario no existiría sin todas las mujeres que desde la sombra lo posibilitaron”

¿Después de hablar con todas ellas hay algo que os haya sorprendido? ¿Algún común denominador en todas sus biografías?

Nos sorprende que muchas de ellas no se considerasen feministas ni reflexionasen acerca de los impedimentos machistas de la época adquiriendo unos papeles tan activos y reivindicativos. Aunque también nos sorprende que muchas de ellas tuviesen tan clara su conciencia feminista justo al final de una dictadura y en un momento de pesimismo político-social tan grande. Sus vidas son tan diferentes como sus profesiones, hay mujeres profesoras, auxiliares de clínica, gemólogas o circenses. En referencia a un denominador común, todas ellas tenían una inquietud punk sincera que necesitaba aflorar y fluir más allá de los condicionantes de género, racialización o clase social.

¿Qué aportaron todas estas mujeres al movimiento punk español?

Las mujeres aportaron calidad musical, militancia política, coherencia en la praxis feminista, apoyo mutuo, conciliación y cuidados en el movimiento punk de este país. Así, por decir unas cuantas cosas vitales de carrerilla. Lo que nadie se pregunta es cómo pudieron los hombres aportar cosas al movimiento punk de este país. Un iceberg debería mostrar la parte oculta de todas esas bandas que sí se recuerdan en nuestra historia para desvelar quién les hacía el desayuno, les lavaba la ropa, les aguantaba las borracheras o les dejaba la pasta para comprarse instrumentos o irse por ahí a dar bolos. Las mujeres tuvieron que continuar tejiendo la red doméstica y normativa dentro del circuito punk, y las que quisieron ser protagonistas tuvieron que luchar hasta la excelencia para poder formar parte de la normalidad de una banda. Ya nos lo decía Pilar de IV Reich el otro día, que ya era hora de que alguien hablase de ellas con una visión feminista, porque les costó lo suyo destacar siendo chicas y luchando con los punkis… Tenías que demostrar el doble de fortaleza para que todo el mundo supiera que eras una bajista de la hostia o una tía muy rebelde, porque mientras cualquier hombre llegaba a un escenario, cientos de mujeres se quedaban abajo. El punk que tenemos en nuestro imaginario no existiría sin todas las mujeres que desde la sombra lo posibilitaron.

¿Cómo se portó la escena punk con ellas en su momento? Porque... movimiento contestatario y contra todo convencionalismo y todo lo establecido debería ser una escena especialmente igualitaria, ¿no?

El movimiento punk, efectivamente, debería ser una escena inclusiva. La socialización y educación que recibimos no nos permite escaparnos de las dinámicas de poder aprendidas en los nuevos espacios que creamos. A pesar de la crítica hacia el sistema que el punk siempre proclamó, destaca su autocrítica interna. El discurso blanco cisheteropatriarcal y hegemónico ha continuado perpetuándose e incluso ha llegado a camuflarse de una forma perversa bajo los lemas punkis rupturistas, donde la coherencia brillaba por su ausencia posibilitando discursos machistas y “antitodo”. Y es que, si pensamos en punk, se nos viene a la cabeza un hombre cis, blanco, delgado, con cresta y muy enfadado. Esta construcción mental delata todo el camino que nos queda por recorrer. Actualmente, en los espacios politizados se continúan perpetuando dinámicas machistas, racistas o clasistas y es nuestra responsabilidad identificarlas así como hacernos cargo de las opresiones que ejercemos. Hemos de combatir y avanzar hacia los espacios totalmente libres de actitudes autoritarias. A lo que vamos, que reinventar la escena es un imperativo.

¿Como autoras, quién participa del libro?.

Uterzine autoeditamos el libro mientras que la autoría es compartida: la compañera Helen Sotillo es la ilustradora y maquetadora y yo la creadora del contenido y su idea. Teníamos muy claro que queríamos promover una lectura activa en la que las y los lectoras y lectores se relacionasen directamente con las pioneras de una forma amena y entretenida. Las biografías, además, desvelan datos curiosos sobre las punkis: sus primeros discos, comida favorita, cosas que se llevarían a la luna… Esperamos que se creen muchos reacciones y diálogos sorprendentes.

“Una parte importante de este libro es que ellas sean conscientes de la importancia histórica, feminista y generacional que sus vidas y trayectorias han tenido”

Siempre es odioso hablar de influencias y referentes, ¿pero tuvisteis algún libro similar o proyecto que os sirviera de eso, de referente?

Soy profesora y he utilizado durante muchos años los dibujos para trabajar conjuntamente la psicomotricidad y la música. Tuve que crear yo misma dibujos de mujeres músicas para mi alumnado, y de ahí surgió la idea de hacer este proyecto uniendo mis dos pasiones, que son el feminismo y el punk.

¿Cómo descubristeis Verkami?

A través de otros proyectos en el mundo de la autoedición, el punk, el feminismo y el DIY que hemos apoyado, como por ejemplo nuestras amigas de El Peor Dios, Sin Tu Permiso o Ménades Editorial… ¡No lo pensamos más y nos lanzamos! Queríamos activar la comunidad alrededor de unos valores y un proyecto que consideramos necesario, haciendo partícipes a las mecenas y entendiendo el proceso como un camino de ilusión y aprendizaje comunes. De tal modo, buscábamos generar otro tipo de relaciones que fuesen más allá de las dinámicas mercantiles de compra–venta y apostasen por unos lazos de apoyo mutuo, autocuidado feminista y solidaridad reales. Ciertamente no esperábamos tanta respuesta y estamos desbordadas de ilusión, emoción y cariño. Las aportaciones recaudas a través del crowdfunding fueron destinadas a cubrir el trabajo de la ilustradora Helen Sotillo y a la realización de las recompensas de las mecenas con criterios éticos, laborales, medioambientales y de calidad.

¿Ha sido una experiencia positiva?

Lo que más nos ha emocionado es la conexión con personas desconocidas que te escriben desde la otra punta del mundo para mandarte ánimos, para contarte que están alucinando al descubrir quién era Lou Olangua o para confesarte que se han emocionado recordando viejos tiempos con una de sus bandas favoritas. Y quienes no llegaron a tiempo a la campaña o no tenían dinero en esos momentos para apoyarla tendrán otra oportunidad para hacerse con el libro. Después de muchos correos electrónicos y mensajes con esta petición, hemos decidido realizar una tirada de copias mayor que estará disponible después de que las mecenas tengan la suya. De todas formas, el libro está pensado para que se fotocopie y se difunda, y os animamos a que así se haga.

¿Algún proyecto nuevo entre manos?

Tenemos la intención de visibilizar, reivindicar y difundir a todas las protagonistas del punk del país con más volúmenes que se vayan sumando poco a poco a este primer libro. Arrojaremos luz a los orígenes de esta escena hasta que se despoje de todos sus prejuicios y estereotipos de género. ¡Ya estamos trabajando en la próxima aventura!

+ Info

Campaña Verkami - MUJERES PUNKS: LAS PIONERAS DE NUESTRA ESCENA

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