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U.C. Ceares, un club cooperativo y de barrio contra el fútbol moderno

el 26 Octubre 2016 en Historias Verkami

El director de cine Rafa de Los Arcos descubrió la historia del UC Ceares, un entrañable club de fútbol de Gijón que milita en Tercera que se ha convertido en el icono del fútbol popular en nuestro país, en el número de diciembre de 2012 de la revista Panenka. Cautivado por aquellos románticos del esférico se propuso filmar un documental sobre su relato e idiosincrasia. Fue así como nació El equipo de mi barrio, film propulsado a través de una exitosa campaña en Verkami. Explica el cineasta que cuando estuvo rodando en la capital de la Costa Verde escuchó miles de veces la misma frase de los seguidores del Ceares: “no entiendo por qué quieres hacer un documental sobre nosotros, si no tenemos nada de especial”. Dice que, muy probablemente, ahí está el secreto de su atractivo. “Cuando vemos algo sin perspectiva nos puede parecer común, pero a medida que te acercas vas descubriendo que en lo doméstico se encuentra muchas veces lo extraordinario. Siendo prosaicos, podríamos definir el proyecto como simplemente un grupo de gente intentando sacar adelante un equipo de barrio de tercera división. Pero si vamos al por menor, veremos que es una poesía sobre el formar parte de algo y sacarlo adelante con lo puesto”.

Texto: Oriol Rodríguez

Por lo que explicas, parece que la gente del Ceares recibió con cierto escepticismo tu proyecto de documental.

Creo que al principio, en las primeras visitas, se lo tomaban como si estuviéramos haciendo una pieza televisiva. Hacíamos muchas entrevistas y grabábamos secuencias sin mucha dirección, en busca del tema fundamental. Ya cuando conseguimos el dinero para poder estar allí un mes entero, se dieron cuenta de que necesitábamos penetrar más en el funcionamiento del club y sus miembros para poder explicar en esencia lo que destilaba el proyecto. Ahí ya se complicó todo bastante porque, como puedes imaginarte, tener a cuatro tipos pegados a ti durante casi cuatro semanas puede llegar a ser desesperante. De todas formas, todos acabaron acostumbrándose a nuestra presencia. Incluso alguno dijo que se le haría raro el día siguiente a nuestra partida: “¿Quién nos grabará cuando marchéis?”, bromeaban.

A la hora de trabajar en el documental, ¿te influenció o te fijaste en alguna otra película de características similares?

Siempre nos había llamado la atención un documental finlandés que habíamos visto en los orígenes del proyecto: Freetime Machos, la historia de un equipo de rugby amateur en el que la atención estaba en los conflictos laborales y sentimentales de los personajes. Tenía un tono que nos gustaba mucho, usaba la comedia para vehicular mensajes con carga de profundidad (como la buena comedia, vaya). Vimos muchas cosas, unas por la forma de utilizar la cámara, otras por la puesta en escena… Pero luego llegas allí y te das cuenta de que en el campo de batalla hay que estar constantemente reinterpretándose. El mayor reto era conseguir generar las conversaciones que nos explicasen de qué se trataba ese “formar parte de algo”, esa idea de comunidad… Son conceptos abstractos en el fondo, no es como si tu documental trata sobre el paro y tienes a dos personajes diciendo: “oye Manuel, estoy jodido porque no tengo curro”, “bue, pues yo tampoco”. A lo largo de las secuencias tienes que ir explicando de manera sutil cómo entiende este gente la comunidad, la autoestima, el fútbol, el barrio… Y no puedes estar allí un año, tienes que sacarlo adelante en el tiempo que tienes. Todavía no sé si se ha conseguido, la verdad.

¿Cinematográficamente qué estructura le has dado al documental?

Todavía estamos en fase de montaje, pero la idea es que el espectador tenga la sensación de haber pasado un rato con una pandilla que intenta sacar adelante su proyecto con muy pocos medios. Por eso hemos renunciado por el momento a las entrevistas, que suelen ser más literales y rompen con esa idea más inmersiva. Si podemos explicar que el club es encantadoramente desastroso, mejor verlo a través de una secuencia en la que el viejo ordenador no arranca, que teniendo al presidente mirando a cámara y diciendo: “somos un desastre”.

¿Quién sale en la película?

¡Un buen elenco! Habrá unos 10 personajes, todos de la órbita cearista. Siempre te queda pena que alguna figura que te resulta interesante haya sido más huidiza o que, por cuestión de agenda, no hayamos podido dedicarle más tiempo. Imagino que contar una historia también es renunciar a muchas cosas.

“En el Ceares lo importante es ser y estar, no conseguir o alcanzar”

¿Qué crees que aporta el Ceares en contraposición a ese fútbol moderno que sus seguidores tanto odian?

Que lo importante es ser y estar, no conseguir o alcanzar. Tener un lugar en el mundo o algo que justifique tu vida es el valor más preciado.

Pese a tratarse de un documental sobre un club de fútbol, ¿podríamos hablar de una historia de calado social más que deportiva?

Yo siempre dije que el fútbol en este proyecto le daba el poso de popularidad, pero que podríamos cambiarlo por parchís y seguiría siendo lo mismo narrativamente. Lo que se cuenta es la supervivencia, la comunidad, el esfuerzo común… El fútbol es una excusa perfecta en medio mundo para que se den cita estas características, pero podría ser otra cosa. Es como esos guiones de ficción en los que primero piensas el contexto, la puesta en escena que necesitas para explicar lo que quieres. ¿Dónde colocarías a tus personajes para hablar de la vejez? Podría funcionar un instituto lleno de adolescentes o, siendo menos originales, un geriátrico. ¿Dónde pondrías a tus personajes si quieres explicar qué es el “todos a una”? Un equipo de fútbol podría funcionar.

Y tú, personalmente, ¿qué has aprendido de la experiencia, de esa filosofía Ceares?

Que el éxito es seguir.

¿De qué otro club o futbolista te gustaría rodar un documental?

Hace años que tengo ganas de hacer algo en el entorno del Celta de Vigo, pero el proyecto está congelado.

En el mundo del cine las cosas siempre van muy lentas: ¡empezasteis a trabajar en este documental en 2013!

La realidad del documental en este país es que siempre está rozando el amateurismo porque es muy difícil encontrar financiación para los proyectos. El cine o el largo documental se está convirtiendo en un acto de fe. Pero tampoco hay que lamentarse por ello. Sólo hay que tenerle miedo a una cosa, a perder las ganas.

“La realidad del documental en este país es que siempre está rozando el amateurismo”

¿Por qué decidisteis impulsar el proyecto a través de Verkami?

Creíamos que era un tema popular que podría interesar a la comunidad que ama el fútbol pero que se está alejando de la vorágine. Las televisiones habían respondido tibiamente al proyecto y el micromecenazgo nos pareció una vía sincera para intentar sacar el documental adelante.

¿Cómo fue la preparación y cómo viviste los 40 días de la campaña?

Fue muy intenso. Un mes al teléfono intentando convencer a mucha gente de que aquello valía la pena. La estrategia fue contactar con esa comunidad futbolera que podía sentirse identificada con la historia, ofrecer material audiovisual atractivo y ser muy, pero que muy constantes.

Factor fundamental en el éxito de un proyecto a través del crowdfunding, ¿cómo fue la relación con los mecenas?

Una campaña de este tipo es dura, pero lo bonito es ver cómo la gente responde a tu idea, cómo en sí misma la campaña va creando una red que habla precisamente de lo que tú quieres contar con tu historia.

¿Qué aporta el micromecenazgo a cineastas como tú? ¿Es la mejor alternativa a las vías de financiación hasta ahora habituales?

Es una vía alternativa, pero no debería ser la situación ideal. Las fuentes de financiación clásicas deberían ser mayores y crearse un tejido más profesional.

¿El micromecenazgo otorga al creador una libertad artística que de otro modo, sujeto a una financiación clásica, no le sería posible?

Es relativo. Siempre vas a tener que lidiar con opiniones externas: si no es en rodaje será en distribución. Lo importante es transmitir bien tu idea, hacer un producto de calidad y rodearte de gente con sensibilidades parecidas.

¿Qué recomendarías a aquellos cineastas que, como tú, están pensando en impulsar su película a través del micromecenazgo?

Que piensen bien a quién se dirigen, cual es su comunidad, que preparen buen material de promoción y que sean muy tenaces.

“La estrategia de la campaña fue contactar con esa comunidad futbolera que podía sentirse identificada con la historia, ofrecer material audiovisual atractivo y ser muy, pero que muy constantes”

¿En qué estadio se encuentra el documental ? ¿Cuándo se podrá ver El equipo de mi barrio?

Esperamos que la primavera que viene.

Por cierto, ¿el fútbol es cultura?

Ante todo es brutalmente popular. Es cultura popular. Lo popular se cuela en todas las rendijas de la sociedad y genera miles de culturas, subculturas y metaculturas.

+ INFO

Campaña Verkami El Equipo de mi Barrio: un documental sobre la U. C. Ceares

Web de la productora - Boogaloo Films

Web U. C. Ceares | Facebook U. C. Ceares | Twitter U. C. Ceares

1 comentario

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  • Arnau Sureda roig

    Arnau Sureda roig

    más de 7 años

    Muy buen video

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