Creadores Verkami 1 #Fotografía: Paco Gómez

Esta historia se remonta a una noche de 2003, cuando Paco Gómez, fotógrafo miembro del colectivo NoPhoto, recibió una llamada en la que le advertían que en una callejuela del popular barrio de Malasaña de Madrid habían aparecido un sinfín de instantáneas de una singular familia norteamericana, los Modlin. Una dinastía de artistas (la pintora Margaret Modlin, su marido, Elmer Modlin, actor secundario cuyo rostro se esconde en los rincones de fotogramas de películas como “La semilla del diablo” y su hijo Nelson Modlin) cuyo destino se acabaría difuminando sin alcanzar el reconocimiento que siempre habían anhelado. Obsesionado con su hallazgo, el retratista reconstruiría el trágico devenir del clan a través del libro “Los Modlin”, proyecto que no sólo encontró su lanzadera en Verkami, sino que se convertiría en una de las aventuras más exitosas de la plataforma.

Texto: Oriol Rodríguez

¿Quiénes eran los Modlin y cómo diste con su legado?

Era una familia de artistas americanos muy peculiar que murió con el sueño incumplido de alcanzar la fama. Estaba formada por la pintora surrealista Margaret Modlin, su marido, el actor Elmer Modlin, y su hijo Nelson. Me encontré sus fotografías y documentos tirados en la acera de la calle del Pez de Madrid tras su muerte. Eran fotografías muy turbadoras, un álbum familiar muy extraño. Una madre un padre y un hijo posando en ropa interior, en posturas imposibles, teatrales. Había manchas de pintura, gente famosa… ¡Todo un tesoro!

¿Cuándo intuiste que todo aquel material debía transformarse en el proyecto que ha acabado siendo “Los Modlin”?

Mucho después, al ver una fotografía que también había sido rescatada de la basura colgada en la pared de la casa de un amigo. Este mismo amigo me avisó que había salido una noticia en el periódico sobre esa mujer, Margaret Modlin, explicando que había sido una artista de renombre. Entendí que aquello era una gran historia y decidí registrar toda la investigación para hacer un documental junto a mi amigo Jonás Bel.

Los Modlin me han confirmado una vez más que un hombre no es lo que consigue sino lo que intenta

Una aventura que te tuvo ocupado casi diez años y que traspasó lo estrictamente fotográfico para devenir un trabajo de investigación periodística.

Más que periodística, fue una investigación esquizofrénica. Me obsesioné con esa familia y tuve la necesidad de reconstruir sus vidas, de homenajearles hasta la extenuación. Visité todos los lugares de Madrid donde habían vivido, les busqué en las películas en las que habían aparecido. Me he sentido más cerca de la investigación arqueológica que de la periodística. Me encontré con el naufragio, la ruina de una familia de la que me faltaban muchas piezas que tenía que amalgamar.

Durante este tiempo de investigación, ¿cuál fue el descubrimiento que más te sorprendió?

Sin duda el encontrar el testamento visual de los Modlin en una cinta de Umatic abandonada en la casa de campo de Nelson en Brihuega, Guadalajara.

¿Qué crees que opinarían los Modlin de tu trabajo?

Los padres estarían contentos porque sólo estoy cumpliendo el encargo que dejaron: contar su historia tal y como ellos quisieron que fuera contada. Su hijo Nelson supongo que lo miraría con cierto pudor, a él no creo que le gustase, pues era más de pasar desapercibido, de no destacar. En realidad, para mí el proyecto está más dedicado a Nelson que a nadie. Él me parece el verdadero personaje principal de esta historia.

¿Alguna vez te ha invadido el temor de que tus creaciones, tu arte pasara desapercibido, que nadie valorara tu obra hasta que hubieras perecido?

A mí eso siempre me ha dado igual, primero porque no creo tener obra. Lo más importante para mí siempre fue el disfrutar internamente del proceso, eso que está tan de moda en el arte contemporáneo. Lo que cuento precisamente en “Los Modlin” es ese proceso de manera natural. Yo soy consciente de que nuestro paso por la vida es un suspiro. Lo que de verdad me preocupa, y eso sí que me jode, es morirme sin saber de qué va toda esta ficción que es la vida.

En un plano artístico, ¿qué te han aportado los Modlin?

Lo principal es que me han agudizado la vista y la intuición. También me han hecho disfrutar y me han hecho sufrir. Los Modlin me han confirmado una vez más que un hombre no es lo que consigue sino lo que intenta.

Una historia que también ha sido llevada al cine con el cortometraje documental “A Story for the Modlins”. Premio Goya 2013, ¿cómo surgió la relación con su director Sergio Oksman y cuál ha sido tu papel en el film?

La relación surgió porque yo busqué una productora y un director para montar una película con mi historia, ya que sentía que debía concluirla un profesional. Dos grandes directores rechazaron el proyecto por problemas de agenda, y llegué a Sergio Oksman. Yo sé cuál es mi papel en el film y en la reconstrucción de la historia que allí se cuenta. Su director, en el mejor de los casos, lo máximo que dice de mí es que le pasé unas fotografías.

¿Cómo descubriste Verkami y cuándo intuiste que era la plataforma ideal para un proyecto como “Los Modlin”?

Era la más orientada a proyectos creativos y la que en mi opinión era más clara a nivel visual. Me permitía el espacio necesario para justificar mi proyecto, y la comunicación con los mecenas y la claridad de las recompensas me parecía muy intuitiva.

¿Te sorprendió la buena acogida que tuvo “Los Modlin”? ¡Triplicaste la cantidad que necesitabas para poner en marcha el proyecto!

Claro que me sorprendió. Yo creía que lo iba a conseguir, pero preveía que lo haría en los últimos días de la campaña, nunca a los tres días de iniciarla. Soy consciente de que el gran valor de este proyecto es la historia que contiene, cualquiera que la conoce por primera vez se queda impresionado y quiere saber más.

¿Qué aporta Verkami a creadores como tú? ¿Qué destacarías de la experiencia?

Aporta una libertad que antes era impensable a la hora de desarrollar proyectos. Mi proyecto se ha construido desde la más absoluta independencia, está al margen de los estilos e intereses editoriales. Gracias a Verkami y a los mecenas no he dependido de nadie y he conseguido lo que parecía impensable, vender con autodistribución 2500 ejemplares de un libro de un autor desconocido, sin el amparo de una editorial y en el peor momento de la venta de libros.

Creo que el crowdfunding debe ser un intercambio de beneficios con los mecenas y hay que ser muy respetuosos en esa relación

Ahora estoy con la segunda edición que saldrá en los próximos días. Lo mejor de la experiencia es ver cómo los mecenas han hecho el proyecto suyo, cómo se emocionaron durante la campaña mientras seguían día a día el aumento de lo recaudado y cómo se ilusionaron con la difusión en su entorno. La relación con la gente de Verkami ha sido muy fluida y de una claridad y profesionalidad absoluta.

Tal vez te pongo en un aprieto pero ¿has participado como mecenas en alguno de los proyectos lanzados desde Verkami?

Por ahora he participado en tres proyectos: el proyecto social Pachadi Nepal Project de Eva Sala, y los libros “Supernova” de Olmo González y “Las banderas de nuestros hijos” de Carlos Fort.

¿En qué estás trabajando actualmente? ¿Volverás a lanzar alguno de tus proyectos a través de Verkami?

Trabajo en todo lo que me dejan, me encanta ajustarme a los gustos e intereses de todo tipo de clientes. En lo personal desarrollo mucho proyectos en diferentes direcciones de los que no me gusta hablar porque se estropean. Claro que volveré a lanzar alguno de ellos a través de Verkami, pero siempre que sea un proyecto en el que haya recompensas atractivas. Creo que el crowdfunding debe ser un intercambio de beneficios con los mecenas y hay que ser muy respetuosos en esa relación.

Paco Gómez: Nophoto

Consigue el libro: losmodlin.com

Proyecto Verkami: LOS MODLIN / El Libro
@LOSMODLIN // facebook.com/LOSMODLIN