El objetivo del proyecto parte de Café del Mal | Online Magazine en el que fueron publicados capítulos de una detective algo especial: María Cuchíbrica. Esta detective se caracteriza por su carácter reñido con la higiene y su forma de ver la vida. Un relato con mucho humor, idea original de Lain de Macías, que en cada capítulo se acompañaba de una ilustración realizada por Yus Aguilar.
A QUÉ DESTINAREMOS VUESTRAS APORTACIONES
Las aportaciones se dedicarán exclusivamente a la maquetación, revisión e impresión del libro.
Partimos de 100 Uds. a color con 10 ilustraciones y 58 páginas, pero sabemos que imprimiremos muchas más. El tamaño barajado es de 18x18 cm aprox.
¿POR QUÉ?
Porque os va a encantar la historia y porque dentro de unos años podrás decir que tú sí tienes un ejemplar, :)
En caso de superar el objetivo previsto (¡no dudamos!), se imprimirán más ejemplares.
La editorial y/o imprenta está aún por determinar.
CALENDARIO PREVISTO
Nos comprometemos a tener listo el libro en aproximadamente un mes después de conseguir la ayuda que nos brindáis junto a Verkami.
AQUÍ OS DEJAMOS UN EXTRACTO:
La ciudad empezaba a despertar, la luz del sol asomaba con delicadeza por encima de los edificios y el olor a donuts inundaba las aceras del barrio de Henara. El reloj y su campana hacían su función martilleando el cerebro deshidratado de María. Como cada día, desde hace tres años, la detective privado María Cuchíbrica tardaba más de dos horas en llegar a su despacho que tan solo estaba a diez minutos en taxi desde su Viejo apartamento.
Dejaba que Mauro, el gato que adoptó por compromiso y al que amaba profundamente, le pasara la lengua por todo el rostro. Pensaba que la saliva felina y su lengua rasposa le hacían un efecto exfoliante. Hecho que coincidía con el deseo irrefrenable de Mauro por comer legañas para desayunar.
María solía levantarse media hora después de que el despertador se desahogase. Sus primeros pasos se dirigían al baño. Le gustaba orinar de pie. “Los hombres no son los únicos que pueden hacer esta proeza” se repetía todas las mañanas mientras la orina recorría sus muslos. Una toalla y colonia eran su kit de limpieza mañanero.
Después del engaño higiénico, María conectaba la cafetera eléctrica que le regaló su madre cuando se independizó. Llevaba tres meses sin cambiar el filtro y por ello el café tardaba unos veinte minutos en pasar a la jarra, tiempo que ella aprovechaba para liar sus cigarros y guardarlos minuciosamente en una caja metálica serigrafiada con el logotipo gastado de Lucky Strike...
1 comentario
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Nacho
Hola, para poder pasarte un presupuesto necesitaría que me especificaras las cantidades, tipo de papel, cuantos pósters, láminas, etc. Seguro que tiraremos el proyecto hacia delante.
Gracias